Benjamín Netanyahu, lugarteniente de Donal Trump
Veinte mil toneladas de explosivos borraron las sonrisas de al menos 20 mil niños palestinos en 24 meses y contando, en la Franja de Gaza y territorios ocupados.
A los pequeñitos ya no se les verá caminar por las calles palestinas, muchos de ellos mutilados antes de morir. Hoy, no es la pólvora, es la hambruna que los deja sin aliento.
La sed de venganza de Benjamín Netanyahu lo animaron a hurtar el versículo 3:8 de Eclesiastés … “tiempos de paz y tiempos de guerra” … y optó por la guerra.
Cristianos explican que la Biblia muestra en esa porción la dualidad de la vida, donde todo tiene un propósito y un momento correcto para suceder, ya sea positivo o negativo.
Netanyahu busca aniquilar al grupo miliciano Hamás quienes al hostilizar instalaciones de Israel el 7 de octubre de 2023 dejaron un saldo fatal de al menos mil 200 personas.
La venganza para Netanyahu significó la operación militar que inició ese mismo día convirtiéndose en una guerra que ha destruido la Franja y matado a más de 41 mil personas.
El adalid israelí, acompañado de partidos ultranacionalistas religiosos y de extrema derecha, prometió destruir a Hamás para siempre y alcanzar una “victoria total” en Gaza.
A la fecha, de acuerdo a publicaciones de medios de circulación nacional y extranjeros, el pleito entre estos dos grupos de desarrapados es por poseer un espacio sagrado.
Se descarta que Benjamín Netanyahu tenga como propósito construir el Tercer Templo porque el gobierno israelí mantiene oficialmente el statu quo del Monte del Templo.
Sin embargo, el infanticida Itamar Ben-Gvir está a favor de la construcción del Templo y la aspiración a largo plazo para el judaísmo, aunque la mira existe desde hace milenios.
Si bien su construcción es un tema complejo por razones religiosas y políticas, que involucra a organizaciones privadas, pero no al gobierno de forma tácita. No es el tiempo.
No, su misión no va por esa ruta. Busca dar largas para su juicio mundano a través de las leyes como lo sugiere el analista Imad K. Harb.
“Netanyahu está utilizando la guerra para postergar su ajuste de cuentas con la justicia”. El primer ministro israelí es juzgado por presunta corrupción.
A través de un juicio desde hace cinco años se dice que resiste cargos de fraude, soborno y abuso de confianza, por los que podría ser penado hasta 10 años de cárcel.
Él niega los cargos y asegura que se trata de una “caza de brujas”, pero con la matanza de más de 40 mil personas Netanyahu, luego de haberse recuperado hoy sucumbe su poder.
Lo que realmente está en juego en la Franja es arrebatar las fuentes de hidrocarburos y el gas natural de Gaza, que se estiman reservas de unos mil 500 millones de barriles.
En el subsuelo sagrado luego de la sobre explotación de al menos mil 500 barriles del oro negro, las ganancias diarias irían del orden de los 96 mil 235 millones de dólares.
Pero, gracias a los ataques israelíes la desgracia económica de Gaza supera los 18 mil 500 millones de dólares, casi una cuarta parte de las eventuales ganancias.
Por otro lado, está la expectativa de buscar la invasión del Canal de Suez para redondear el comercio de la exportación de hidrocarburos a todo el mundo.
Aunque no toda la riqueza regional se sustenta en el oro negro, destaca la agricultura que hasta el 2022 casi tres cuartas partes de la superficie terrestre se cultivaban.
Se plantaban cítricos mismos que exportaban a Europa y a otros mercados mediante acuerdos con Israel junto con hortalizas de cultivo, trigo y aceitunas.
Hoy, padecen la peor de las hambrunas. La Organización de las Naciones Unidas revela que, desde el inicio de la guerra, 151 niños han perdido la vida en Gaza debido a la desnutrición aguda.
En tanto, Fundación Save the Children, informa que “tras 23 meses de guerra, la vida de los niños y niñas que han sobrevivido está en riesgo cada día”.
Y destacó que “la hambruna en la Gobernación de Gaza probablemente se extenderá en las próximas semanas, con más de un millón de personas” donde la mitad son niños.
Revela la Fundación que al menos 132 menores de cinco años corren riesgo de morir por desnutrición aguda, y al menos 135 ya han muerto de hambre, 20 de ellos desde que se declaró la hambruna el 22 de agosto, según el Ministerio de Salud.
La Ley del Talión va más allá del ojo por ojo y diente por diente, Netanyahu busca acabar con “el demonio” y su ministro de Guerra, pretende borrar todo rastro de ADN palestino.
En redes sociales a Itamar Ben Gvir se le adjudica la declaración de “que los niños de Gaza son una amenaza retardada que debe ser eliminada”. Sino la dijo, lo representa.
“Además de las vidas perdidas, decenas de miles de niños son heridos y algunos de ellos se convierten en discapacitados de por vida, afirmó la ONG Humanium.
Humanium es una ONG internacional de apadrinamiento de niños comprometida a acabar con la violación de los derechos infantiles en el mundo.
No sólo las balas acaban con la vida de menores: “en Palestina, el índice de mortalidad infantil es siete veces superior al de Israel”.
Humanium destacó que el 22 por ciento de los niños palestinos mueren antes de los cinco años por anemias, carencias alimenticias o incluso desnutrición crónica severa.
Israel, paradójicamente se ha convertido en un símil de Herodes el Grande que mandó matar a los niños de la ciudad de Belén y sus alrededores.
El infanticidio ocurrido hace más de dos mil años en los varones menores de dos años, fue con el fin de eliminar al recién nacido rey de Israel. No prosperó, vivió, fue Crucificado y resucitó al tercer día.
Sea judío sefardí, secular o hijo de vecino, Benjamín Netanyahu, en el significado de su nombre lleva la penitencia.
Se dice entre las tradiciones judías que el apellido transmite un efecto de bendición, esperanza y favor divino a través de las generaciones. Además, significa “dado por Dios”
La incongruencia de su origen, apellido, pensamiento y acciones los llevan a una separación con Dios, es decir, al pecado ¿cuál? Todos.
Benzion Mileikowsky, es el nombre de pila del pillo israelita quien por sus acciones por demás pecaminosas es un impío, corrupto, inmoral, abominable y desagradable a Dios.
Lo más lamentable de todo, es que el gobierno israelí adquiere armamentos de manufactura alemana, asesinos de millones de judíos en el terrorífico holocausto.
Entre Estados Unidos, por razones de la industria bélica, y Alemania, se convirtieron en los principales proveedores de armamento del ejercito israelí.
En su caso, Reino Unido sostiene licencias estratégicas del programa F-35 y España ha congelado nuevas autorizaciones, aunque mantiene entregas bajo permisos previos.
El Instituto Watson de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Brown aseguró que Estados Unidos proporcionó 17 mil 900 millones en ayuda militar a Israel desde el 7 de octubre de 2023.
Destacó el Instituto que Israel recibió seis mil 800 millones en el programa de Financiación Militar Extranjera; cinco mil 700 millones para sistemas de defensa antimisiles como el Rayo de Hierro.
Además, informó que Estados Unidos otorgó mil millones de dólares para armamento pesado y cuatro mil 400 millones para reponer las existencias de armas estadounidenses transferidas a Tel Aviv.
Sabemos que los gringos no le dan agua ni al gallo de la pasión y que sus “apoyos, donativos” tienen un costo de gran calado en el corto, mediano y largo plazo.
Tan sólo recordemos la puntada de Donal Trump de construir un Resort en la zona de Gaza, además de tener el control bélico y armamentista de la región para impulsar su expansionismo.
La paradoja extrema radica en que Israel le compre armas a su verdugo histórico y se comporte como los nazis teutones.
En 20 meses, de octubre de 2023 a mayo de 2025, Berlín autorizó exportaciones de defensa por 485, mil millones de euros, pero, políticamente en agosto pasado suspendió los envíos con posible uso en Gaza, un revés significativo.
Dieciocho de los 19 países miembros del G-20, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, India, Indonesia, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía y el Reino Unido, entre otros, más el invitado permanente España, han reconocido a Palestina como Estado.
De acuerdo a la BBC, el 90 por ciento de la población de Gaza se ha visto desplazada y la mayor parte malvive en condiciones infrahumanas.
Los gazatíes sobreviven entre montañas de basura y aguas fecales por el bloqueo que Israel impone sobre la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, según denuncia la ONU.
En suma, Benjamín Netanyahu, no es el enviado de Dios para acabar con los “demonios” de Palestina hasta la victoria el cometido ya se frustró.
Sus acciones lo convierten en el lugarteniente de Donal Trump quien le abre paso al expansionismo judaico estadounidense donde habitan casi siete millones de sus paisanos.
Sin embargo, el pelirrojo ya le dio un coscorrón por presiones diplomáticas dejando al ministro israelí como presunto genocida e infanticida del Medio Oriente.
Vaya papelón que hasta el Grupo de la Haya le exige apegarse al derecho internacional, cerrarle la puerta al suministro de armas y a rendir cuentas por suspicaz genocidio.
Que Santo Niño de Atocha y su corte celestial lo agarren confesado para esos menesteres porque la puerta de su casa ya está cerrada con tres candados.
