México blinda su patrimonio agrícola: el maíz nativo, emblema de identidad y soberanía


En el marco del Día Nacional del Maíz, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena Ibarra, reafirmaron el compromiso del Gobierno de México con la preservación de las 64 razas de maíz nativo, cuya diversidad genética y valor cultural lo convierten en un pilar de la soberanía alimentaria del país.
Durante la conferencia “La Mañanera del Pueblo”, ambas funcionarias destacaron que la reciente reforma constitucional, aprobada en marzo de 2025, marca un antes y un después al prohibir la siembra de maíz transgénico en territorio nacional.
“Si no hubiéramos blindado en la Constitución la protección del maíz criollo, miles de años de domesticación estarían en riesgo. Son los pueblos originarios y campesinos quienes lo han resguardado, y es nuestro deber evitar que esa herencia se pierda”, señaló Sheinbaum.
La presidenta adelantó que su administración trabaja en un programa integral de apoyo a los productores de maíz criollo, que se sumará a esquemas vigentes como Producción para el Bienestar y la entrega de fertilizantes gratuitos.
Diversidad genética frente al cambio climático
Por su parte, Alicia Bárcena subrayó que México no solo es el centro de origen del maíz, sino también un laboratorio vivo de adaptación agrícola. De las 64 razas documentadas, 59 están presentes en el país, capaces de prosperar desde el nivel del mar hasta alturas de 3,400 metros, en climas que van de los más áridos a los más húmedos.
“El maíz no es únicamente alimento: es identidad, cultura y seguridad alimentaria. Su diversidad genética es clave para enfrentar los impactos del cambio climático, como sequías e inundaciones”, puntualizó la secretaria.
La milpa: herencia viva de la agrobiodiversidad
Uno de los puntos centrales de la conmemoración fue la milpa, reconocida por primera vez en la Constitución como modelo de agrobiodiversidad. Este sistema agrícola ancestral, que combina maíz, frijol y calabaza, no solo garantiza la nutrición del suelo y la retención de humedad, sino que simboliza la interdependencia entre los pueblos campesinos y su entorno.
Bárcena resaltó además el papel de las mujeres en la preservación de esta riqueza: “Ellas seleccionan, guardan e intercambian semillas en festividades como el Día de San Miguel, asegurando la continuidad de la diversidad del maíz”.
Más allá de lo agrícola: símbolo cultural y espiritual
La celebración del Día del Maíz coincidió con el Día de San Miguel Arcángel, protector de las cosechas en la tradición popular mexicana. Sheinbaum y Bárcena recordaron que el maíz está presente en todas las lenguas y culturas indígenas, con diferentes nombres y rituales que refuerzan su centralidad en la vida comunitaria.
La secretaria recordó que México también es cuna de otras especies domesticadas de impacto mundial, como frijol, chile, calabaza, amaranto, vainilla, nopal y tomate verde, lo que convierte al país en un epicentro de la agricultura global.
Protección constitucional y compromiso con el campo
La reforma constitucional no solo prohíbe el cultivo de transgénicos, sino que impulsa la investigación científica y las prácticas agroecológicas, declarando al maíz y a sus parientes silvestres patrimonio biológico, cultural y económico de la nación.
Sheinbaum cerró su mensaje con un reconocimiento a las familias campesinas e indígenas, guardianes de este legado milenario:
“Sin maíz, no hay país. Ellas y ellos han mantenido viva esta riqueza, y nuestro compromiso es garantizar que nunca más esté en riesgo. El futuro de México depende de proteger su raíz más profunda”.