CRÓNICA: En Cúlico, mujeres cunduacanenses, reconocen los esfuerzos gubernamentales por dotarlas de viviendas nuevas

CASI LA MITAD de la población en Tabasco vive entre árboles frutales y flores, como en Cúlico segunda sección, donde la mayoría de las casas cuentan con un pequeño patio en el que se levanta invariablemente una radiante milpa o una siembra de frijol pelón.
Aunque sus vidas son apacibles, tiene muchas historias increíbles que contar, como la anécdota insólita de doña Tana, que a sus 32 años de edad, solo conoce la cabecera municipal de Cunduacán, a diez minutos de su ranchería; una única vez fue a Comalcalco, cuando se alivió su primer hijo, pero nunca más regresó y desconoce el tiempo que se haría para volver hasta allá.
Todavía, más singular y extraordinaria, es la historia de doña Bartola Hernández Jerónimo, que en 62 años de existencia, apenas ahora tuvo la oportunidad de saludar a un Gobernador de su estado, Javier May Rodríguez.
Doña ‘Tola’, como cariñosamente la llaman, asistió bien ufana y erguida al acto de entrega de llaves, que hizo el mandatario, a una de las cinco vecinas, beneficiarias de un programa de vivienda municipal. Estuvo entre las “bendecidas”, diría más tarde.
“Todo el tiempo había vivido en casitas de palo: Donde me tuvo mi mamacita, era de maderita; donde me junté con mi esposo, siguió siendo de maderita. Metíamos papeles y papeles para ver si nos ayudaban, y ¡nada! Los otros gobiernos nunca nos beneficiaban. Eran más rudos. No eran correctos. No como ahora, que sí son fieles y desempeñan, por la gracia de Dios, su papel. Hay un nuevo cambio. Estoy agradecida con el Gobernador y la presidenta municipal con esta gran ayuda”.
Los que ya no se tardaron tanto como doña Tola en conocer a la máxima autoridad del estado fueron los alumnos de la escuela Primaria Francisco I. Madero, que enterados de que May Rodríguez los visitaría, insistieron a su profesor a que los trajera. El maestro Carlos de la Cruz tuvo que ceder a la curiosidad insistente de sus pupilos del sexto grado.
“Vinieron como cortesía a conocerlo y aprender el papel que desempeña la autoridad en el bienestar de la población; además de que con esta visita se promueve su participación cívica, dentro del marco de la Nueva Escuela Mexicana. No conocían personalmente al mandatario y ahora están entusiasmados porque hasta lo saludaron”, señaló el educador, que reconoció que ha habido “mucho apoyo en la cuestión educativa, y como estamos viendo, en vivienda”.
Durante la sencilla ceremonia frente a la vivienda a estrenar, la presidenta municipal de Cunduacán, María de la Cruz López, se dirigió a los uniformados con dos preguntas, que a todo pulmón respondieron los escolares con un “sí” muy prolongado y travieso, que desató la risa de los congregados.
“¿Ya les llegaron sus vales? Van a poder comprar sus uniformes y sus útiles escolares”, sonó contenta la alcaldesa.
La primera autoridad en el municipio señaló al Gobernador Javier May Rodíguez como fuente de inspiración para su programa de vivienda municipal.
“Las cosas buenas las tomamos. La iniciativa del Gobernador, cuando fue alcalde de Comalcalco, para crear un programa de vivienda, la retomamos nosotros para Cunduacán. Por primera vez, hay un programa de vivienda municipal”, presumió.
Cuando el Gobernador tomó el micrófono, los escolares aplaudieron con todo para recibir sus palabras. El mandatario les explicó que entre las 400 casas que construirá el municipio y las 300 que levantará su gobierno este año, harán un total de 700 viviendas, “para que los niños crezcan en ambientes de paz y armonía. Cuando hablamos de cambiar la realidad, nos referimos a esto”, y señaló la vivienda.
Felicitó a la alcaldesa de la Cruz López porque de los 17 Ayuntamientos, es el único que tiene un programa de vivienda con presupuesto municipal.
“Entre el gobierno federal y estatal construiremos en el estado 84 mil viviendas en seis años. Y en Cunduacán haremos dos mil casas. Ha sido un año intenso, las necesidades y carencias son muchas, pero ya empezamos”.
Luego de entregar la llave simbólica a la joven madre Rosa Isela Castañeda, May Rodríguez la ayudó a abrir la puerta y pasar a conocer el nuevo hogar. Mientras recorrían las habitaciones y el baño interior, el mandatario observó que, en el campo, la gente por hábitos prefiere tener el baño afuera, en el patio.
Como un lexicógrafo sagaz, explicó que por tal costumbre, cuando alguien está malo del estómago, en el campo se utiliza la palabra “salidera”, para aludir a la acción de salir por la puerta hacia el baño de afuera.
Antes de dejar Cúlico, “el lugar de los abuelos”, para seguir con su gira por el municipio de Cunduacán, saludó uno por uno a los escolares, que muy emocionados estrecharon su mano y lo despidieron con una gran porra.