Claudia Sheinbaum marca un hito en el Grito de Independencia: “Es tiempo de mujeres”


En una noche histórica que quedará marcada en los anales de la vida pública mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo encabezó por primera vez la ceremonia del Grito de Independencia como Presidenta de la República, convirtiéndose en la primera mujer en dirigir este acto desde el balcón central de Palacio Nacional.
Ante una Plaza de la Constitución abarrotada y entre el repicar de campanas, Sheinbaum imprimió su propio sello al tradicional ritual. A las arengas que evocan a los héroes de la Independencia, la mandataria federal incluyó un reconocimiento inédito y simbólico: el papel de las mujeres en la gesta insurgente y en la vida nacional.

“¡Viva Josefa Ortiz Téllez-Girón! ¡Viva Leona Vicario! ¡Viva Gertrudis Bocanegra! ¡Viva Manuela Molina, la Capitana! ¡Vivan las heroínas anónimas!”, exclamó con voz firme la Presidenta, acompañada por el estruendoso “¡Viva!” de los asistentes que ondeaban banderas y coreaban el nombre de México.
El eco de sus palabras se extendió más allá de los nombres históricos. Sheinbaum recordó también a “las mujeres indígenas”, a “las hermanas y hermanos migrantes” y a “la dignidad del pueblo de México”, dejando claro que su discurso no sólo fue patriótico, sino también profundamente social y con perspectiva de género.
Claudia Sheinbaum marca un hito en el Grito de Independencia: “Es tiempo de mujeres”

La ceremonia, que simboliza la unión de pasado y presente, adquirió un matiz político al reflejar lo que la propia mandataria ha definido como el “segundo piso de la Cuarta Transformación”, una etapa donde la igualdad, la justicia y la democracia son parte del ideario central de su gobierno. “Es tiempo de mujeres”, había dicho en días previos, y esa convicción quedó plasmada en su manera de enarbolar la memoria de la Independencia.
El Zócalo capitalino, iluminado con los colores patrios y acompañado de fuegos artificiales, vibró con los gritos de “¡Viva México!”, repetidos tres veces por la primera Presidenta en la historia del país. Con ello, Sheinbaum no sólo cumplió con una tradición republicana, sino que abrió un capítulo que resalta la inclusión de las mujeres en la narrativa oficial de la nación.

En este 15 de septiembre, México no sólo celebró 215 años del inicio de la Independencia, sino también un nuevo tiempo político en el que la figura femenina se coloca al frente del Estado. La voz de Claudia Sheinbaum, resonando sobre la plancha del Zócalo, simbolizó no sólo la continuidad de la historia, sino también el cambio profundo de una nación que por primera vez escucha el Grito desde la voz de una mujer.