Se cree que el hielo genera electricidad y los científicos quieren indagar más
 
						 
			Desde el laboratorio hasta las nubes, La Chispa comparte uno de los descubrimientos científicos más sorprendentes del año: se cree que el hielo genera electricidad. Aunque esta afirmación parecía un mito natural durante años, nuevas investigaciones le están dando fundamentos científicos sólidos.
Un estudio publicado en Nature Physics confirma que al doblar el hielo, este genera una carga eléctrica medible. Este fenómeno, conocido como flexoelectricidad, podría explicar cómo se acumulan las cargas que provocan los rayos en las tormentas.
¿Qué es la flexoelectricidad y por qué importa?
La flexoelectricidad es una propiedad por la cual ciertos materiales generan electricidad cuando se doblan o deforman. Se cree que el hielo genera electricidad mediante este mecanismo, lo que lo convierte en un candidato inesperado dentro de los materiales electroactivos.

Los científicos del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) midieron este efecto al aplicar tensión mecánica sobre bloques de hielo. Sorprendentemente, los valores obtenidos fueron similares a las cargas detectadas en nubes de tormenta. Esto refuerza una vieja sospecha en meteorología: el hielo podría ser el verdadero desencadenante eléctrico en el cielo.
Ferroelectricidad: la otra cara eléctrica del hielo
Además de la flexoelectricidad, los investigadores hallaron que a temperaturas inferiores a -113 °C, el hielo muestra ferroelectricidad. Este fenómeno permite que su polarización eléctrica se invierta con un campo externo, una propiedad común en imanes, pero rara en materiales naturales como el hielo.

Esto indica que existen dos formas en que el hielo genera electricidad:
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Flexoelectricidad, cerca de los 0 °C. 
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Ferroelectricidad, en temperaturas extremadamente bajas. 
Ambas pueden revolucionar el diseño de sensores y dispositivos para ambientes extremos.
Implicaciones tecnológicas: del espacio a los polos
Este hallazgo no solo resuelve un viejo misterio atmosférico, también abre una vía para diseñar tecnologías sostenibles. Dispositivos electrónicos que funcionen en condiciones extremas —como estaciones espaciales o regiones polares— podrían aprovechar la electricidad generada por el hielo. También es clave para avanzar en energía limpia y renovable, y mejorar la predicción de tormentas eléctricas.
 
		
