Senado celebra histórica toma de protesta del primer tribunal constitucional electo por voto ciudadano

En un acto calificado como un hito para la vida democrática del país, el Senado de la República fue escenario de la toma de protesta del primer tribunal constitucional de la nación electo por voto libre, directo y secreto, hecho que marca el inicio de una nueva etapa para el Poder Judicial en México.
Durante la sesión solemne, legisladoras y legisladores destacaron que este proceso fortalece la división de poderes y otorga al Poder Judicial una legitimidad inédita, al ser resultado directo de la voluntad popular.
“Hoy somos testigos de un acontecimiento histórico que pone fin a una era de justicia selectiva y privilegios”, señalaron representantes del bloque mayoritario, quienes subrayaron que la reforma que permitió esta elección responde al mandato ciudadano de democratizar las instituciones.
Entre los puntos resaltados estuvo la paridad de género en la integración de la Suprema Corte, que ahora cuenta con una mayoría de ministras, lo que fue considerado un avance sin precedentes. “Como lo ha dicho la presidenta Claudia Sheinbaum, no llegó sola, llegamos todas”, expresaron las legisladoras.
Asimismo, se hizo referencia al artículo 39 constitucional, recordando que la soberanía reside en el pueblo y que todo poder público emana de éste. Bajo esa premisa, la elección directa de ministras y ministros fue presentada como la culminación de una demanda histórica por justicia social e independencia judicial.
Senado celebra histórica toma de protesta del primer tribunal constitucional electo por voto ciudadano
Los nuevos integrantes del máximo tribunal asumen el encargo en un contexto de transformaciones impulsadas por el movimiento de la Cuarta Transformación, con el reto de garantizar una justicia real, imparcial y cercana al pueblo, desterrando prácticas de corrupción, favoritismo y consigna que marcaron el pasado.
El acto cerró con un llamado a las y los ministros para actuar con autonomía y firmeza frente a los poderes fácticos, bajo el compromiso de servir a la nación.
“¡Que viva la República, que viva el poder judicial del pueblo y que viva México!”, fueron las palabras finales que sellaron la ceremonia en el recinto legislativo.