EL PRIMER TRAMO DE CLAUDIA SHEINBAUM
El lunes 1 de septiembre tendrán lugar dos acontecimientos muy importantes: la modificación del Poder Judicial y, sobre todo, el primer informe de la científica y activista Claudia Sheinbaum Pardo.
Si bien el mensaje a la nación ante el Poder Legislativo será entregado por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez —una práctica que se ha vuelto costumbre—, los avances y pendientes del llamado Segundo Piso de la 4T ya se debaten ampliamente.
La Presidenta ha lidiado con el egocéntrico y desquiciado mandatario estadounidense Donald Trump con gran acierto, evitando que sus políticas arancelarias afectaran seriamente a la economía mexicana. En este sentido, la recesión que se esperaba —y que anticipaban las inversoras extranjeras— no se ha producido, y se proyecta un ligero crecimiento de entre 0.6 y 0.8 por ciento del PIB.
En materia de seguridad, se ha reducido la violencia heredada de la administración anterior, aunque el promedio de 62 homicidios dolosos diarios sigue siendo alarmante. Particularmente preocupa que en Sinaloa continúe la guerra entre bandas criminales.
Desde las conferencias matutinas se han anunciado proyectos de gran importancia, especialmente en materia ferroviaria y de salud. Sin embargo, resulta inconcebible que aún no se concluya el Tren Interurbano México–Toluca —con más de siete años en construcción— ni un transporte de pasajeros al AIFA, lo que frena el despegue de esta terminal aérea, premiada internacionalmente pero con dificultades de acceso para los viajeros con menos recursos.
El respaldo ciudadano a la Presidenta es notable: oscila entre el 70 y 74 por ciento, según distintas encuestas. Ese apoyo le da margen para impulsar los cambios urgentes que el país necesita, aunque hasta ahora se ha conducido con prudencia, evitando agitar las aguas dentro y fuera de Morena.
Los programas sociales para los sectores más necesitados —emblema del obradorismo, que sacó de la pobreza a 14 millones de personas— se han intensificado y masificado. Incluso sectores tradicionalmente críticos, los llamados fifís, están pendientes de los pagos del Bienestar y otros auxilios, como las consultas médicas a domicilio.
Persisten, no obstante, dos grandes pendientes.
El primero es el de la salud, señalado incluso por Ariadna Montiel, secretaria del Bienestar (La Jornada, 31 de agosto). El segundo es la urgencia de una reforma fiscal que grave a los sectores más pudientes —especialmente a la banca, que sigue registrando ganancias históricas sin invertir en infraestructura ni desarrollo—. Esta necesidad ha sido destacada por voces como Arturo Huerta (periodistasunidos.com), Gerardo Esquivel, Jorge Zepeda (ambos en Milenio), Mario Campa (Sin Embargo) y el más persistente, Rolando Cordera Campos (La Jornada).
Asimismo, es indispensable una nueva ética política, como subrayó Rosa Icela Rodríguez ante legisladores cuestionados como Ricardo Monreal (y su grupo familiar), Pedro Haces (conocido por sus fiestas taurinas) y Sergio Gutiérrez Luna (acusado de ostentación).
En palabras de la secretaria de Gobernación: “La austeridad no es una frase, sino un principio rector de la Presidenta y de este gobierno, así como una forma de vida que se opone frontalmente al despilfarro y los lujos del pasado” (La Jornada, 31 de agosto).
Ojalá este mensaje logre rectificar a tantos morenistas de ayer y de hoy, para que México avance por un camino distinto al del negocio, el agandalle y la simulación.
Con todo, este primer ejercicio gubernamental de Claudia Sheinbaum Pardo representa un avance: ha sabido lidiar con señorío frente a toros embravecidos y condiciones adversas.
