Encuentran el primer tiburón naranja y sorprende a los expertos


La Chispa, apasionado del reino animal y divulgador de biodiversidad trae noticias de último momento. Encuentran el primer tiburón naranja y el mundo marino vuelve a asombrar. Esta vez, la sorpresa viene desde Costa Rica, donde pescadores deportivos captaron a un tiburón nodriza de color naranja brillante. Las imágenes se viralizaron en redes y llegaron rápidamente a manos de investigadores internacionales. El fenómeno, conocido como xantocromismo, ha generado un interés sin igual por tratarse del primer caso documentado en tiburones en el Caribe.
¿Qué hace tan especial al tiburón naranja de Costa Rica?
El tiburón nodriza fue hallado en las aguas del Parque Nacional Tortuguero, un punto clave de biodiversidad. Medía aproximadamente dos metros y fue capturado a 37 metros de profundidad. Sorprendentemente, su piel no tenía el tono grisáceo típico de su especie, sino un fuerte color anaranjado con matices amarillos. También presentaba ojos blancos sin iris visible, lo que sugiere una combinación rara: albino-xantocromismo.
Este evento ha sido comparado con otros avistamientos únicos como la manta rosa “Inspector Clouseau” en Australia y el gorila albino “Snowflake” en España, casos que demuestran cuán extensa es la variabilidad genética en el reino animal.
Impacto genético y ambiental del xantocromismo en tiburones
La condición genética llamada xantocromismo provoca una pigmentación anormal en tonos cálidos, como amarillos y naranjas. Aunque se ha observado en aves, reptiles y peces, nunca antes se había documentado en tiburones nodriza ni en ningún pez cartilaginoso del Caribe costarricense.
Este fenómeno puede representar un riesgo para la supervivencia de los animales, ya que su color brillante los hace más visibles a depredadores. No obstante, este ejemplar parece haber alcanzado la madurez sin mayores amenazas, lo que lo convierte en un caso de estudio excepcional para biólogos marinos.

Un tiburón que podría cambiar lo que sabemos sobre la vida marina
Los investigadores aseguran que este avistamiento plantea más preguntas que respuestas. Si bien la causa genética está clara, se están considerando factores como la endogamia, cambios de temperatura oceánica y otros desequilibrios ambientales. Todos estos aspectos podrían influir en el surgimiento de casos similares en el futuro.
Además, este descubrimiento impulsa la urgencia de investigar más a fondo las poblaciones de tiburones en el Caribe norte, y refuerza la necesidad de proteger sus hábitats naturales.