LAS AMENAZAS DE TRUMP

La carrera desde que cayó el Murto, por ganar la Guerra Fría sigue vigente, aunque ahora con el encuentro entre Trump y Putin no se sabe quién lleve la delantera, aunque la delantera, por mucho, la llevará Estados Unidos, que no solo es el más grande imperio que se conozca desde Roma, sino que cuentan con todo el arsenal para hacer volar todos los techos de las casas y la amenaza latente que lanzó ayer que apanicó a la presidencia de México, de que entraría a combatir el fentanilo, no importa en qué país fuera, y el único país al que le trae ganas de entrarle es al nuestro. Pero la tiene fácil, ahora no necesita invadir porque, tiene miles de drones y aunque ofreció 50 millones de dólares por Maduro, la tiene fácil para ir por él, porque a ese dictador lo odia su pueblo y seguro allá le dan el pitazo de dónde está escondido0. Tipo Panamá cuando entraron por Noriega.

Uno pensaría que la Guerra Fría había terminado cuando cayó el Muro de Berlín y el Papa Juan Pablo Segundo, con un poco de ayuda de Reagan y de Gorbachov, sacudieron los cimientos de ese comunismo, aquel del que Alexander Solzhenitsyn solía decir: “Para nosotros, en Rusia, el comunismo es un perro muerto, mientras que, para muchas personas en Occidente, sigue siendo un león que vive”. Habría muchas frases de eso: ‘Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre. Bajo el comunismo, es a la inversa’. Pues parece que no, hace días en Rusia apañaron a un espía americano que vivía acreditado a su Embajada, Vladimir Putin, que no es putín, se emputó y se lo envió a los americanos en DHL, entrega inmediata de regreso, persona non grata. Se pensaría que esas cosas ya no existen. Ahora hay que checar a los árabes disidentes y sus tecnologías nucleares, como la de los sirios, porque el gordito timbón y panzón de Corea del Norte no debe dar miedo a nadie, ese debe ser feliz amenazando que va a iniciar la Tercera Guerra Mundial mientras se come unas diez hamburguesas al día. Una vez de un tiempo, cuando Kennedy y Nikita Kruschev se enfrascaban en dominar el mundo, en Berlín, en el llamado ‘check point’, tanques rusos contra tanques americanos por poco desatan el infierno mundial. Uno al otro se apuntaron como queriendo pelear. Cierto fue que cayó un espía y la cosa no debe pasar a mayores. Ahora para Rusia y Estados Unidos sus enemigos son el terrorismo y Putin, que no es putín, colabora con EEUU contra el terrorismo. Toco el tema porque en el SKY de Azcárraga, hace tiempo exhibieron una serie extraordinaria de espías, Los Americanos, de los tiempos de Reagan, se ríe uno de aquella tecnología pasada de moda, de los radio escuchas y demás utensilios. Véanla, es buena y la Keri Russel luce más guapa y más actriz que nunca. “The Americans” es un drama de época sobre un matrimonio de dos espías del KGB que se hacen pasar por estadounidenses en los suburbios de Washington DC en la década de los 80. Después de ‘Homeland’, es la serie que acapara audiencia, cuando la KGB y la CIA se enfrascaban en ser los mejores. Lógico, aquí los buenos son los americanos, porque está filmada en Estados Unidos y ambientada en Washington. Hay otra que se estrenó la semana pasada, está buenísima, búsquenla. Se llama Reagan, y la protagonizan Denis Quaid y John Voight. La historia de uno de los mejores presidentes americanos que, de mal actor de Hollywood, resultó extraordinario presidente y terminó con la Unión Soviética, a base de la economía. Aceptable la película documental.