El eclipse solar más largo del siglo será en Agosto y durará 6 minutos


La Chispa te hablará sobre el eclipse solar más largo del siglo, un evento astronómico que ha generado gran expectación mundial. Según The Economic Times, este fenómeno ocurrirá el 2 de agosto de 2027, oscureciendo los cielos del sur de Europa, el norte de África y Oriente Medio durante hasta 6 minutos y 23 segundos. Un espectáculo natural que no se repetirá pronto y que ya está siendo llamado por muchos como “el eclipse del siglo”.
Este eclipse marcará un antes y un después en la historia astronómica reciente, superando en visibilidad y alcance a otros eventos similares. Su duración extraordinaria y su paso por regiones densamente pobladas incrementarán el interés global.
¿Cuándo y dónde ver el eclipse solar más largo del siglo?
Aunque en redes sociales se dijo que el fenómeno sucedería en 2025, la NASA ha desmentido esa información. El eclipse solar más largo del siglo será visible únicamente el 2 de agosto de 2027. Las áreas más privilegiadas serán:
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España (principalmente Cádiz y Tarifa)
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Gibraltar
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Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto
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Sudán, Arabia Saudita, Yemen, Omán y Somalia
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En India, solo algunas regiones verán un eclipse parcial
Este fenómeno coincide con la creciente afición por la astronomía en redes sociales, lo cual ha motivado a muchos viajeros a planear ya su asistencia.
Comparativa con eclipses históricos: ¿Qué lo hace tan especial?
En 1991, un eclipse duró 7 minutos y 2 segundos, visible en México y Centroamérica. Sin embargo, el de 2027 tendrá mayor cobertura poblacional, haciéndolo más accesible para millones de personas.
El siguiente evento similar no ocurrirá sino hasta el año 2114, con una duración estimada de 6 minutos y 32 segundos. Esto convierte al eclipse del 2027 en una oportunidad irrepetible para una generación completa de entusiastas del cielo.
La trayectoria de totalidad lo cambia todo
El fenómeno cruzará zonas urbanas y turísticas de alto interés, lo que facilitará su observación sin requerir desplazamientos extremos. Esta accesibilidad ha impulsado iniciativas locales de turismo astronómico, especialmente en España y África del Norte.