¡Amigos de verdad! Salvan a su compañero y demuestran que la lealtad no abandona
Por La Chispa
En esta poderosa oración se revela una profunda lección de fe y verdadera amistad, inspirada en el relato bíblico de los cuatro amigos que, sin importar obstáculos, llevaron a su compañero paralítico hasta los pies de Cristo. Un ejemplo atemporal de lo que significa creer, amar y actuar con el corazón.
Restauración Total: Cuando la fe de los amigos conmueve a Cristo
La fe activa el milagro
Padre Santísimo: ¡Qué lección de verdadera amistad, de excelente fraternidad y de una fe vibrante nos ofrece Tu Amado Hijo, cuando ve en esos cuatro amigos, que traen a sus plantas al amigo, a quien amaban y su corazón los movía a hacer un acto de fe fuera de lo común! Fueron capaces de destechar la casa ajena para hacer caer a su amigo paralítico justo a los pies de Cristo.
Cristo queda conmovido por esa hazaña extraordinaria y, vemos que hace un trabajo de restauración completa, demostrando con ello que Él es Dios y puede restablecer la salud del alma y también la del cuerpo.
El poder de la compasión y la fe colectiva
Ni los escribas ni el juicio detienen a Cristo
A Cristo no le interesó ni se dejó amedrentar por la presencia de esos fanáticos escribas que estaban en medio de la multitud y, les hizo saber que Él, es Tu Hijo, oh Padre Santísimo y hacía lo que Tú mismo habrías hecho: restablecer la salud integral, al sanarlo de su alma y de su cuerpo.
Ausencia de fe en el mundo moderno
¿Dónde están hoy esos amigos de fe?
Padre Santísimo: hoy estamos muy pobres, porque, ya no tenemos a esos jóvenes capaces de demostrar su fe en Cristo y menos que puedan conmoverlo, haciendo gala de su fe viva y vibrante.
Hoy muchos amigos se mueren solos, porque hasta sus propios amigos los abandonan. Hoy solamente quien sea afortunado, tenga recursos o un poquito de suerte, puede ser tratado clínicamente, porque la fe de ellos se ha esfumado; ahora dejan que el amigo quede en el abandono y se muera como un anónimo solitario y desafortunado.
Clamor por un nuevo Pentecostés
Espíritu Santo: cura la parálisis espiritual de nuestras almas
Padre Santísimo: hoy estamos invocando al Espíritu Santo para que, en primer lugar, venga a nuestras Comunidades cristianas y derrame el fuego de Pentecostés y nos cure esa mortal parálisis espiritual que hace de nuestra alma un cadáver que solo se mueve en dirección de lo meramente material, pero nuestra alma está paralizada y, por lo mismo, destinada a ser improductiva, carente de amor, de compasión, de fe y de valores.
Ahora solo nos interesan a las mayorías los valores monetarios, materiales, sensuales y los que resaltan nuestra egolatría. Hoy Cristo está siendo desplazado de las familias, de la sociedad y de nuestra vida.
Que esta oración encienda la llama de la fe
Padre Santísimo: ¡Que en este día, derrames Tu Divino y Santo Espíritu sobre todos nosotros para que, nuevamente podamos ver el resurgimiento de la fe en Cristo y, una vez liberados, seamos un ejército que anda en búsqueda de más paralíticos espirituales y sin dudarlo, seamos testigos de su plena liberación y restauración! Amén.
