La Ruta Wixárika a Wirikuta es inscrita como Patrimonio Mundial de la UNESCO


Este sábado 12 de julio de 2025, la Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados a Wirikuta fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como Bien en Serie, en reconocimiento a su valor excepcional como testimonio vivo de la memoria y de las prácticas espirituales del pueblo wixárika. Esta red de caminos sagrados recorre los estados de Durango, Jalisco, Nayarit y San Luis Potosí.
Es la primera vez que una tradición indígena viva alcanza esta distinción en América Latina, lo que subraya su relevancia cultural, espiritual y ambiental para el presente y el futuro de México y del mundo. La inscripción es resultado de un trabajo colectivo entre la comunidad wixaritari, autoridades tradicionales, el Consejo Regional Wixárika, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la sociedad civil.
La Ruta Wixárika es un extenso paisaje cultural conformado por 20 sitios sagrados identificados junto con las autoridades wixaritari. Abarca más de 500 kilómetros, desde la costa de Nayarit hasta Wirikuta, en la Sierra de Catorce, San Luis Potosí, e integra puntos clave en Durango, Jalisco y Zacatecas.
La Ruta Wixárika a Wirikuta es inscrita como Patrimonio Mundial de la UNESCO
Los sitios sagrados wixaritari se ubican en diversos ecosistemas y han persistido frente a múltiples amenazas, incluida la depredación de sus territorios. Son un testimonio profundo de las relaciones culturales y del conocimiento tradicional ecológico, biológico y climático que las comunidades han preservado por generaciones.
Muchos sitios considerados Patrimonio Mundial, albergan pueblos indígenas, cuyas prácticas y conocimientos están estrechamente ligados al resguardo de estos lugares. Por ello, la UNESCO reconoce a estos pueblos como custodios y protagonistas, y alienta la gestión tradicional de sus territorios.
El registro de la Ruta Wixárika como Patrimonio Mundial refuerza las acciones de salvaguarda del ecosistema y respalda el derecho de las comunidades indígenas a la propiedad comunal, en consonancia con los planes de justicia del Gobierno de México para los pueblos originarios. Con este logro, México reafirma su compromiso de proteger una herencia viva que da sentido y esperanza a nuevas generaciones.