Puebla apuesta por el deporte como motor de cambio social y justicia para la juventud
CIUDAD DE PUEBLA, Pue.- Más allá de las medallas, el Gobierno de Puebla busca convertir al deporte en una herramienta real de transformación social, una vía para abrir oportunidades y cerrar brechas de desigualdad entre niñas, niños y jóvenes de todo el estado. Así lo dejó claro el gobernador Alejandro Armenta durante un emotivo encuentro con las delegaciones de ajedrez y boxeo que representarán a Puebla en la fase final de las Olimpiadas CONADE 2025.
Armenta subrayó que la política deportiva de su administración no se limita a la competencia: “El deporte es seguridad y salud, pero también es justicia. Es darles a nuestras juventudes una alternativa frente a la violencia y la falta de oportunidades. Ustedes no solo compiten, están demostrando que Puebla tiene talento que merece apoyo”.
En este encuentro se confirmó un estímulo económico histórico de 10 mil pesos para cada uno de los 44 deportistas y 21 entrenadores clasificados, así como un aumento significativo en los premios por medallas, que llegarán hasta los 50 mil pesos para cada integrante que obtenga oro. Para la secretaria de Deporte y Juventud, Gaby “La Bonita” Sánchez, este respaldo económico representa un paso firme para que las familias no carguen solas con el costo de formar a un atleta.
“Cuando era boxeadora, mi familia hacía de todo para pagar los pasajes, el equipo y la alimentación. Hoy tenemos claro que ningún joven debería abandonar su sueño deportivo por falta de recursos”, expresó la funcionaria, recordando su propia trayectoria marcada por sacrificios.
Puebla apuesta por el deporte como motor de cambio social y justicia para la juventud
Con Puebla como anfitriona de más de 800 atletas de todo el país en julio, las Olimpiadas CONADE 2025 significan también una derrama económica y una proyección del estado como sede deportiva. Sin embargo, para el subsecretario del Deporte, Mauricio García Castillo, el verdadero legado será inspirar a más niños y adolescentes a cambiar su rumbo: “Un ring de box o un tablero de ajedrez pueden valer más que cualquier operativo de seguridad. Estamos convencidos de que el deporte es la mejor inversión en prevención”.
Para muchos de estos jóvenes atletas, el camino a una final nacional no es solo una competencia, sino la oportunidad de soñar en grande y demostrar que el deporte sí puede ser un puente hacia un futuro distinto. Desde el tatami, el cuadrilátero o las piezas de ajedrez, cada uno lleva consigo una historia de esfuerzo que hoy es reconocida y respaldada.
Así, Puebla se perfila no solo como una potencia deportiva, sino como un ejemplo de cómo las políticas públicas pueden apostar por el deporte como una vía para reconstruir tejido social, impulsar la movilidad social y sembrar esperanza entre las juventudes.
