La generación de cristal que arribó a la clase política


Diputada federal hacer pedir disculpas a una ciudadana.
A Napoleón Gómez Urrutia, le publiqué los expedientes de cómo uso de prestanombres a su chofer, esposa, e hijos, para sacar 55 millones de dólares del país, propiedad del sindicato minero. No pasó de injurias de decenas de mineros vía correo electrónico, de que me iban a golpear.
A Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) le publiqué su historia como el enemigo público número uno del país, y la recompensa que ofrece la DEA por su captura, sus seguidores y él se sintieron alagados, solo me llegaban mensajes como “pura gente del mencho” y “el patrón es el chingón”. Nunca me ofendieron, ni alegaron hacer algo en mi contra.
A Roberto Hernández le publiqué la inmoral venta de Banamex y toda la documentación de cómo traspasó el banco a Citigroup mediante la Bolsa Mexicana de Valores. Toda la camada de “tecnócratas” que estuvo involucrada, incluido el candidato presidencial José Antonio Meade, simplemente me lo reconocieron y quedó en presentar sus réplicas. Ni demandas, ni pronunciamientos públicos, ni nada. Gente profesional.
Las cosas ahora han cambiado. Ha sido inhabilitado y vinculado a proceso el periodista Jorge González, tras la acusación de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores. Han aparecido denuncias y resoluciones judiciales contra los periodistas Héctor de Mauleón y Ángel Camarillo, contra los medios de comunicación Código Magenta, Tribuna y Sin Embargo y contra las usuarias de redes sociales Karla Estrella y Laisha Wilkins.
La mayoría fueron denunciados por violencia política en razón de género y todos fueron demandados por figuras políticamente expuestas.
Mientras, el Congreso de Puebla, ha aprobado una ley sobre el ciberacoso, que ha recibido el sobrenombre de Ley Mordaza.
Hoy veo con asombro y que es inaceptable que la diputada federal Diana Karina Barreras, decidió emprender un juicio electoral contra la ciudadana identificada como Karla Estrella por violencia política en razón de género.
La legisladora argumentó que se inconformó ante autoridades ya que la ciudadana ‘invisibilizó’ su trayectoria, al afirmar que le debía su candidatura a su esposo, quien es el diputado Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados.
El polémico mensaje, publicado en el 2024 durante el proceso electoral, hacía referencia a una supuesta candidatura impulsada por el esposo de la aspirante.
“Así estaría el berrinche de Sergio Gutiérrez Luna para que incluyeran a su esposa, que tuvieron que desmadrar las fórmulas para darle una candidatura. Cero pruebas y cero dudas”, decía el mensaje en X.
La actual diputada que “solita se puso el saco”, se jactó de la sanción confirmada por el Tribunal Electoral contra Karla Estrella que recibió una multa económica y fue obligada a realizar diversas acciones como emitir disculpas públicas durante 30 días consecutivos; consultar bibliografía sobre lenguaje no sexista y violencia contra las mujeres; tomar un curso de género; publicación de la sentencia en sus redes; y permanecer inscrita durante 18 meses en el Registro Nacional de Personas Sancionadas.
Para que se meten a la política. El que se sube al ring se aguanta. Jorge Luis González, exdirector del diario Tribuna, fue vinculado a proceso por incurrir en delitos de presunta incitación al odio y violencia en contra de Layda Sansores, gobernadora de Campeche.
Dicha medida fue impuesta por la jueza de control Guadalupe Martínez Taboada después de desechar los alegatos de la defensa y vinculó a proceso al periodista y al representante de Organización Editorial del Sureste por dichos delitos.
Le quitaron su fuente de empleos y su espacio para ejercer el periodismo desde hace más de 50 años, y tiene que pagar dos millones de pesos. Que espantosa injusticia semejante a la época de Porfirio Díaz.
La generación de cristal ya se subió a la clase política. No me denuncies, no me critiques porque lloro desconsolado (a) ante la FGR, el INE o tribunales. Mal mensaje, muy mal mensaje para la libertad de expresión.