CONSUMATUM EST
Los habitantes de este país nunca concebimos que un día podría desaparecer la democracia que durante tanto tiempo hemos mantenido y sostenido, pero por desgracia los apetitos de un sujeto que después de haber detentado la Presidencia de la República, ahora quiere postrar al país a través de la Señora Claudia Sheimbaum, quien hasta ahora ha venido mostrando que es lo mismo que el inquilino de Palenque.
Y lo voy a decir de manera simple. Si los mexicanos no reaccionan en el corto plazo, podemos tener la seguridad de que en lo sucesivo habrá una brutal violencia producto de la venta de los territorios que ha venido consumando la Señora Sheimbaum, y quien sigue las instrucciones que desde Palenque le mandara, quien la entronizó en el Ejercicio del poder sin necesidad de muchos aspavientos, porque el letargo de los mexicanos pudo más que la conciencia de la vigencia del país.
Hasta ahora los mexicanos no han entendido que en menos de lo que canta un gallo podríamos estar bajo el yugo de una tiranía, de esas que carcomen los esfuerzos de los ciudadanos, y que por desgracia los resultados de un ejercicio como el que hemos estado manteniendo en una endeble democracia, nos llevará inevitablemente a carcomer poco a poco el régimen de nuestra Democratica soberanía, y nos adentraremos en la obscuridad de un régimen dictatorial como siempre lo ambiciono Andrés Manuel López Obrador.
Y por mucho que se diga que el inquilino de Palenque no tiene las posibilidades de realizarlo, lo cierto es que en la circunstancia que vivimos ya estamos inmersos en una tiranía blanda que al paso del tiempo se convertirá en un verdadero dolor de cabeza porque despertaremos de nuestro letargo en una brutal tiranía donde los derechos fundamentales están destinados a desaparecer.
No cabe duda que cuando los habitantes de un país no entienden lo que ocurre en la mente de los gobernantes, el desastre está a la vuelta de la esquina, y muchos no entendieron que Andrés Manuel López Obrador buscaría la permanencia como en su momento lo ensayó Plutarco Elias Calles durante esa negra etapa que se le dio por nombrar el Maximato, lo que está a punto de ocurrir.
La última esperanza con que cuenta este país no es otra que los mexicanos despierten del letargo en que los han sometido a través de dádivas que poco sirven, porque lo que genera riqueza no es otra cosa que el trabajo, y no las dádivas, a las que muchos mexicanos se han acostumbrado, pensando que con eso pueden paliar sus necesidades más apremiantes. Ese es el verdadero problema, y por desgracia lo seguimos ensayando. Al tiempo.
