Sólo para mujeres. Parte 1.
Al mismo tiempo que se detecta poco avance en las carreras profesionales de las mujeres, consultoras internacionales aconsejan perfeccionar sus habilidades emprendedoras e interpersonales. Se requiere crear una red de mentores y patrocinadores.
Las profesionistas observan una tendencia desalentadora: cuanto más ascienden en los rangos organizacionales, menos mujeres se encuentran.
Las cifras son contundentes. Sólo en Estados Unidos, ellas representan el 59 por ciento de los graduados universitarios del país, pero sólo el 48 por ciento ingresa al mercado laboral corporativo. Cuando llega el momento de las promociones, el número de mujeres se reduce aún más: por cada 100 hombres, solo 81 mujeres son ascendidas.
Esta brecha en el avance se agrava a lo largo de la carrera profesional de las mujeres, con una menor representación en todos los escalones de la escalera directiva. Hoy las mujeres representan el 29 por ciento de los altos ejecutivos que reportan al CEO. A este fenómeno lo denominamos “peldaño roto” .
Se explica porque el 50% de los ingresos proceden del talento y formación. El resto de lo llamado “capital de experiencia”. Es donde las mujeres tienen menores oportunidades de crecimiento y ascenso.
Sin embargo, existen algunos pasos concretos que las mujeres pueden dar para crear capital de experiencia, como crear redes profesionales sólidas y variadas, desarrollar habilidades “blandas” interpersonales y sociales y pensar como emprendedoras.
Las redes de contactos son cruciales para conseguir los primeros empleos y a medida que se avanza en la carrera. Las redes más grandes ofrecen un mayor acceso a oportunidades, información y otras conexiones. Las redes formadas por personas de diferentes sectores, empresas y antecedentes pueden ayudar a descubrir nuevas áreas de interés y abrir las puertas adecuadas.
En promedio, las redes profesionales de las mujeres son más pequeñas y menos diversas en cuanto a funciones, antigüedad y sector. Las mujeres también son mucho más propensas a tener una red compuesta principalmente por otras mujeres. Pero contar con una red con diversidad de género es fundamental.
Las mujeres también se ven a veces excluidas de las redes formales e informales que son importantes vías de ascenso. En cierta medida, esto puede deberse a la preocupación de los hombres de nivel sénior por la corrección: más de la mitad de los directivos varones afirman sentirse incómodos trabajando a solas con una mujer.
El tipo de relación que tengas con las personas de tu red es otro factor importante. Si bien es valioso tener conexiones sólidas con compañeros y colegas júnior, son los líderes más séniores quienes tienen una mayor capacidad para asesorar, apoyar y abrir oportunidades.
Para ampliar y diversificar la red de contactos, es fundamental salir de la zona de confort. Acercarse a modelos a seguir y altos ejecutivos, y hacer un esfuerzo por asistir a eventos donde se reúnan personas influyentes, incluso si no se conoces a nadie.
También implica conocer el poder de los vínculos débiles o personas fuera de tu círculo inmediato o “amigos de amigos”, que pueden ser valiosos en cuanto a oportunidades laborales y ascensos.
