Chabelita se gradúa de abogada penalista a sus 66 años


Por La Chispa
En una historia que ha tocado corazones y generado admiración, Isabel Poot Concha, conocida cariñosamente como “Chabelita”, ha demostrado que los sueños no tienen fecha de caducidad.
Se gradúa de abogada penalista a sus 66 años, después de haber dejado en pausa durante décadas su deseo de ser licenciada en Derecho. Hoy, convertida en una profesional de la justicia, promete ser una defensora incansable de las madres que enfrentan deudores alimentarios.
Se gradúa de abogada penalista a sus 66 años y promete ser implacable con la injusticia
La historia de la licenciada Isabel Poot Concha es una de superación, compromiso y valentía.

A casi 66 años de edad, decidió volver a las aulas para culminar su sueño juvenil de convertirse en abogada penalista, una meta que se vio aplazada por los deberes familiares y laborales.
Desde muy joven, Isabel se enfocó en sostener a su familia mientras trabajaba tiempo completo y criaba a sus hijos. Hoy, libre de esas obligaciones, no solo logró graduarse, sino que ha prometido especializarse en la defensa de mujeres vulnerables ante la negligencia de sus exparejas.
Educación tardía, pero firme: el camino hacia el título
Isabel cursó su carrera en el Instituto Educativo David Alfaro Siqueiros. A pesar de las dificultades impuestas por la pandemia —que obligaron a las clases virtuales en un inicio—, ella nunca se rindió.
Antes había intentado retomar la carrera en la UADY, pero las condiciones de distancia y horario nocturno le dificultaron continuar.
El instituto actual le permitió combinar cercanía, accesibilidad y un ambiente de apoyo donde sus compañeros y docentes reconocieron su dedicación incansable.
Orgullo y raíces: una mujer maya que no olvida de dónde viene
Vestida con el tradicional traje regional yucateco, Isabel llegó a su ceremonia de graduación con el mismo orgullo con el que ha enfrentado cada obstáculo en su vida.
Originaria de Tixkokob, ha llevado siempre sus raíces con dignidad y fuerza. En su discurso, recordó los tiempos difíciles cuando, como madre soltera, tuvo que sacar adelante a cuatro hijos que hoy son también profesionistas, reflejo de la educación y ejemplo que ella misma les dio.

Luchar por otras mujeres: su misión como abogada penalista
Se gradúa de abogada penalista a sus 66 años, pero no lo hace solo por ella: lo hace también por todas aquellas mujeres que, como ella en su momento, enfrentaron la vida con pocas herramientas y con muchas responsabilidades.
Su meta es brindar asesoría y apoyo jurídico a madres que no reciben pensión alimenticia, convirtiéndose en una voz legal para quienes más lo necesitan.
Un mensaje poderoso: nunca dejes tus sueños
En el emotivo acto de graduación, la acompañaron dos de sus hijas, una nuera, amigas y familiares que no ocultaron las lágrimas de orgullo.
También recibió elogios de sus sinodales y compañeros de estudios, quienes ven en ella un ejemplo a seguir.
“A veces la vida te obliga a hacer pausas, pero si no dejas de soñar, lo puedes lograr”, dijo Chabelita. Su historia es la prueba de que nunca es tarde para empezar de nuevo.
Un llamado a la inspiración
Historias como la de Isabel Poot Concha deben ser contadas y replicadas. En una sociedad donde muchas mujeres dejan sus sueños por las responsabilidades impuestas, ella nos recuerda que el momento ideal no siempre es el que esperábamos, pero que con voluntad y esfuerzo, cualquier etapa de la vida puede ser el inicio de algo extraordinario.
Hoy, se gradúa de abogada penalista a sus 66 años, y su compromiso con la justicia la convierte en una inspiración viva para nuevas generaciones.
Madre autónoma y empoderada
Cuando habla del tema se le quiebra la voz, porque ella sabe muy bien lo difícil que es sacar adelante a los hijos sin el apoyo de una pareja.
La nueva profesional recibió las felicitaciones de dos de sus hijas que estuvieron presentes, así como de una de sus nueras, otros familiares y amigas que la acompañaron en este importante momento de su vida. Fuente: El Chismógrafo en la red