Sheinbaum honra a Francisco I y subraya su coincidencia ideológica con el Papa humanista


En la edición número 135 de la Mañanera del Pueblo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dedicó un espacio especial para expresar sus condolencias por el fallecimiento del Papa Francisco, a quien definió como “un humanista, un hombre cercano a los humildes y los pobres”. El gesto no fue únicamente protocolario, sino que evidenció una sintonía ideológica entre el pontífice argentino y el proyecto político de la Cuarta Transformación.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum resaltó que el Papa fue una figura congruente entre discurso y acción, y que su último mensaje, emitido el domingo 20 de marzo, estuvo enfocado en la paz, valor que la presidenta también ha puesto al centro de su narrativa nacional.
Pero más allá de la despedida emotiva, Sheinbaum anticipó la difusión de una semblanza del legado del pontífice, centrada en sus encíclicas, entre ellas Fratelli Tutti, documento en el que se cuestiona el papel absoluto del mercado como solución social. “El mercado solo no resuelve todo”, citó la mandataria, retomando una frase que ha sido empleada tanto por ella como por el expresidente López Obrador para justificar la existencia de un Estado fuerte, solidario y con responsabilidad social.
Sheinbaum honra a Francisco I y subraya su coincidencia ideológica con el Papa humanista
El uso del pensamiento del Papa para legitimar el modelo de bienestar del actual gobierno también sirvió para deslizar críticas a organizaciones que, según el oficialismo, han utilizado causas sociales de forma parcial. En ese sentido, la administración federal ha señalado a organismos como el Centro de Derechos Humanos ‘Miguel Agustín Pro Juárez’ por su postura en torno al caso Ayotzinapa.
Así, el fallecimiento del Papa Francisco no solo generó una muestra de respeto desde la jefatura del Estado mexicano, sino que también abrió una oportunidad para reforzar los pilares discursivos y éticos de la administración de Claudia Sheinbaum. Un pontífice cercano al pueblo, en sintonía con un gobierno que busca sostener su legitimidad desde el humanismo social.