La última voluntad del Papa Francisco: dónde y cómo pidió ser enterrado


La última voluntad del Papa Francisco rompe con siglos de tradición vaticana. El Papa argentino, fallecido este lunes 25 de abril de 2025 a la edad de 88 años, dejó instrucciones claras que ya están siendo cumplidas. En este artículo te contamos todos los detalles sobre su decisión, su legado espiritual y cómo esto redefine el simbolismo del adiós papal.
La última voluntad del Papa Francisco: un gesto de humildad eterna
En un hecho sin precedentes, el Sumo Pontífice expresó su deseo de no ser enterrado en la Basílica de San Pedro, el lugar tradicional del descanso eterno de los papas, sino en la Basílica de Santa María la Mayor. Con esta elección, la última voluntad del Papa Francisco se convierte en un testimonio vivo de su compromiso con la humildad, la fe auténtica y la cercanía con el pueblo.
“Cuando llegue el momento, no seré enterrado en la Basílica de San Pedro, sino en Santa María la Mayor”, escribió Francisco en su autobiografía “Esperanza”, publicada en enero de 2025.
Un entierro sin pompa: Francisco rompe la tradición papal
Desde marzo de 2023, Francisco había dejado claro su deseo: quería evitar toda ceremonia grandilocuente. Su voluntad fue enterrarse cerca de la estatua “Regina della Pace”, en un gesto íntimo y profundamente espiritual.
Esta iglesia, consagrada hace más de 1.600 años, es uno de los sitios más sagrados de Roma y un refugio espiritual para Francisco. A diferencia del Vaticano, este lugar representa una conexión directa con el pueblo y con la figura maternal de la Virgen.
Dónde y cómo será enterrado el Papa
Durante sus últimos días, incluso tras ser dado de alta en la Clínica Gemelli, el Papa pidió que su ruta de regreso pasara por Santa María la Mayor, una señal clara de que su destino espiritual estaba ya definido.
Francisco solicitó que no haya catafalco, ni ataúd triple, ni ceremonia de cierre. Todo se hará con dignidad, pero sin excesos, fiel a su visión de un Papa como “pastor y discípulo, no un poderoso de este mundo”.
El mundo despide al Papa Francisco con respeto y emoción
El mundo despide al Papa Francisco con una mezcla de tristeza y admiración. A pesar de que los fieles podrán decirle adiós en la Basílica de San Pedro, el ataúd permanecerá cerrado, evitando las tradicionales exposiciones del cuerpo.
Este gesto final, que también fue parte del funeral de Benedicto XVI, marca una nueva era en los rituales vaticanos.
La normativa que cambió todo: Ordo Exsequiarum Romani Pontificis
En otoño de 2024, el Vaticano oficializó una nueva normativa para los funerales papales basada en los deseos de Francisco. El documento, titulado en latín “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, incorpora todas las simplificaciones litúrgicas impulsadas por él.
Francisco explicó que la muerte de su predecesor fue un punto de inflexión. “Se eliminó lo innecesario”, dijo en entrevistas, asegurando que los funerales papales ahora se enfocan más en la fe y menos en la forma.
Un adiós solemne al Papa Francisco no significa un adiós frío. Al contrario, su testamento espiritual es una llamada a la sencillez y a la conexión real con Dios, sin ostentación.
Su voluntad de ser enterrado “como cualquier cristiano normal” es quizás su acto final de evangelización.
El legado espiritual y político del Papa
La decisión de Francisco ha sido interpretada como un acto simbólico de humildad que refuerza su lucha contra las estructuras de poder rígidas dentro y fuera de la Iglesia. Líderes de distintas confesiones y gobiernos han expresado su admiración.
Con Francisco, se cierra un ciclo de 150 años en los que los papas eran enterrados en San Pedro. Su decisión recuerda a la de Pío IX, aunque va incluso más allá al renunciar a cualquier elemento de grandeza funeraria.