Un fantasma llamado oposición
Ante tantas mentiras de los medios convencionales decir la verdad es sinónimo de ser incondicional de la 4T. Es decir, para ellos, la verdad es la que se difunde en sus medios que son identificados por todos como defensores del pasado, cuando fueron beneficiados con grandes cantidades de dinero a cambio de mentir.
Los medios han adoptado las fake news como verdaderas, por el simple hecho de que fueron el conducto para darlas a conocer y en lugar de corregir, de aceptar un desmentido continúan impunemente difundiendo como hechos consumados las fantasías que en algunos cuartos de guerra de la oposición elaboran.
Estos laboratorios de mentiras ocurren a veces fuera de México o dentro de las asociaciones que apoyaba la USAID, de las cuales más de dos están en manos de Claudio X. González y su tribu.
La derecha mexicana al radicalizarse, lo hace también con el progresismo, crea su propia cosmogonía, con su infierno particular que es, para ellos, Venezuela y su paraíso que era Estados Unidos, ejemplo de democracia para los conservadores y de héroes que salvan el libre mercado como Kennedy o Trump, pero el primero resultó mafioso y el segundo un torpe estudiante de aritmética.
Los conservadores se movieron más a la derecha sin darse cuenta ya hora sólo existe un sutil velo que divide derecha de ultraderecha, es por ello que el resto de las posturas políticas son denominadas comunistas, progresistas, populistas, chairos, socialistas, etc. alguna parte de la población parte de sus análisis de sus creencias y no de su realidad lo que radicaliza más aún su práctica política y al expresarse públicamente se destila ruidos de ultraderecha rayando en el fascismo.
En tal escenario el resto de la población es irreversiblemente comunista.
La derecha mexicana está en la orfandad. Antes iban a la LEA y trataban de visitar la Casa Blanca, La primera tendrá elecciones cuyos resultados no les gustarán y la segunda, pareciera hacerse convertido en una sucursal del averno, con un país con las características de Venezuela, con autoritarismo, represión, carestía, inflación, saqueos de alimentos, desempleo, crisis económica. Es decir, el país que se convirtió en Venezuela en su peor momento fue Estados Unidos, con lo que la derecha mexicana se declara huérfana de apoyos internacionales y en el interior carece de militantes, simpatías, cuadros, líderes, candidatos, votos.
La encuesta que realizó un diario de circulación nacional sobre el apoyo a la Presidenta en las negociaciones con Estados Unidos, en la cancha de la derecha que son las redes sociales, no aparece ninguna influencia social, menos aún presencia, ni política de la oposición.
Así, 98 por ciento de casi 7 mil personas de muestra apoya la negociación de la Presidenta. El uno por ciento desconocía el tema y el otro uno por ciento, apoya a Trump, esta parte podría mostrar la influencia de la derecha mexicana, porque extrapolando esta consulta a la totalidad de los habitantes de la República Mexicana encontraríamos que, en realidad están contra la Presidenta, un millón, 297 mil mexicanos. Es decir, el uno por ciento.
La derecha, al tener el monopolio de los medios convencionales se ha dado el lujo de mover a la derecha el conservadurismo, a la ultraderecha a la derecha y la ultraderecha al fascismo. Desde esa perspectiva simplista, ofrece una panorámica de los contrincantes, igualmente radicalizada.
Debe subrayarse que el sondeo se realizó a través d redes sociales, a una clase media tradicionalmente conservadora y frente a una emergencia nacionalista, que no caracteriza a los integrantes de ese segmento de la población. Esto quiere decir que aún para ellos, la oposición, con la que compartía ideas y valores, no existe.
Los mexicanos no están polarizados, de ser así habría medidas claras sobre una parte de la población enfrentada a otra de similar magnitud. Aquí, estamos hablando de una propaganda difundida por los medios que intentan hacer creer que la inconformidad social alcanza el 50 por ciento de los habitantes de México. No es así. Hay una minoría que trata de rescatar sus intereses y privilegios que se encarga de magnificar el tamaño de una oposición prácticamente inexistente.
