EL CARTEL DE LA 4T
Bien dicen por ahí que un “Cartel es una organización criminal que se dedica a actividades ilícitas, como el narcotráfico, el secuestro, el asesinato, el robo de bancos, el lavado de dinero entre otros. Los carteles establecen acuerdos para protegerse, colaborar y repartir territorios para realizar sus actividades criminales”. La definición anterior es lo que ha venido ocurriendo con el Movimiento de Regeneración Nacional, y que hasta ahora mantiene el poder en este país.
El peligro para la Presidenta del país no son los carteles, porque esas organizaciones criminales siempre han estado operando bajo la égida de Andrés Manuel López Obrador, quien hasta ahora sigue detentando el mando del país desde su rancho en Palenque, Chiapas, pero hasta ahora no las tiene consigo por la cercanía de los integrantes de las diversas agencias norteamericanas quienes tienen unas irrefrenables ganas de incriminarlo.
Hasta ahora podemos señalar que el Cartel de Juarez se dedica al tráfico de drogas y otras actividades ilícitas. El Cartel de Jalisco Nueva Generación, se dedica a asesinar a personas y grupos involucrados en secuestros y extorsión, el Cartel de Sinaloa se ha inmiscuido en el trasiego de fentanilo en Estados Unidos. Otras expresiones delincuenciales son el Cartel de Tijuana, El Cartel de los Beltran Leiva, El Cartel de los Zetas, El Cartel del Milenio, El Cartel de Guadalajara, y el Cartel de Colima.
Para decirlo más claro, este MEXICO tan nuestro es el territorio de los Carteles, esas organizaciones delincuenciales que por desgracia operan no tan solo en este país, sino en diversas partes del hemisferio y han establecido ramificaciones en la mayor parte del mundo, con lo que podemos decir que MÉXICO es ahora el país en el que los carteles operan de manera sistemática en diversos lugares del orbe.
Hoy las diversas agencias se han dedicado a intentar poner al “Mencho” tras las rejas, pero hasta ahora no han podido localizarlo, y muchos aseguran que dirige su emporio desde el extranjero, aunque también no se sabe a ciencia cierta donde se esconde, quienes son sus más cercanos colaboradores, y como se coordina con sus más cercanos colaboradores para seguir manteniendo su emporio delincuencial.
Que lamentable que un Gobierno como fue el encabezado por Andrés Manuel López Obrador haya sucumbido a mantener la cercanía con las diversas organizaciones delincuenciales, pensando que podría mantenerlos tranquilos, pero el resultado ha sido brutalmente lesivo ante la permisibilidad que el anterior mandatario les permitió, y que por desgracia se convirtieron en entes poderosos que ahora son los carteles más grandes, y que mantienen los mercados de las drogas en la mayor parte del mundo. Pobre país. Al tiempo.