Taxímetros, a la basura
Aunque todavía está por definirse la fecha de la consulta que hará el gobierno de Javier May Rodríguez para tomar la decisión final, puede ir usted anotando desde ahora que el taxímetro impuesto a los concesionarios en la administración pasada será rechazado por los usuarios. Enviado a la basura.
En los hechos, la imposición a los taxistas de parte del gobierno de Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos no tenía mucho futuro por el rechazo unánime de los tabasqueños que de un día para otro empezaron a pagar el doble o más por el servicio.
Desde los primeros días que entró en operación el uso del taxímetro en enero del 2024, comenzaron las quejas de los usuarios por el cobro excesivo y abusivo de los taxistas.
Hasta mayo del 2024, según los entonces funcionarios de la Secretaria de Movilidad, los concesionarios tenían la obligación de poner en funcionamiento el taxímetro.
Cuatro meses después, el gobernador Javier May Rodríguez, ya en funciones, respondió a la solicitud que durante la campaña le realizaron usuarios para quitar el uso del taxímetro y volvió el cobro por sector en tanto se realiza la consulta para que se formalice la desaparición de la medida.
En tanto no haya otra modalidad más efectiva, el servicio por sector seguirá siendo la mejor opción y la que con el paso del tiempo ha sido aceptada por los usuarios.
La intención que tuvo la imposición del taxímetro de parte del entonces titular de la Secretaria de Movilidad, Narciso Oropesa, no fue para mejorar la prestación del servicio cuando solo faltaban cuatro meses para concluir el gobierno de Carlos Manuel Merino Campos.
Hasta hoy, no se sabe realmente cuánto costó implementar los servicios del taxímetro al gobierno adancista-merinista o a los concesionarios. Como tampoco quedó claro la entrega de 800 concesiones más de taxis en el ocaso de la pasada administración que costó alrededor de 241 millones de pesos (¿a cuenta de qué o por qué?) y que el mismo gobernador Javier May Rodríguez cuestionó en la mañanera porque el servicio se encuentra saturado. No era necesario.
Para bien de los usuarios de taxis que además enfrentan la competencia del servicio por aplicación, el gobierno de Javier May inició su gobierno corrigiendo los errores de sus antecesores que solo afectaron a la gente. Lo hizo primero restituyendo la elección democrática de los delegados municipales y ahora con la virtual desaparición del taxímetro que atenta a contra la economía familiar.
