Vendió Dos Veces la Torre Eiffel
Vendió Dos Veces la Torre Eiffel
Por La Chispa.
En 1925, el estafador austriaco Victor Lustig llevó a cabo una de las estafas más impresionantes de la historia: Vendió Dos Veces la Torre Eiffel.
Sí, Lustig, junto con su cómplice Daniel Collins, convenció a dos grupos distintos de comerciantes de chatarra para que pagaran grandes sumas de dinero por el derecho a desmantelar la icónica estructura de París.
Lo increíble no es solo que lograron venderla una vez, sino que repitieron el engaño y escaparon ilesos. Esta audacia convirtió a Lustig en una leyenda en el mundo de los timadores.
Durante la primavera de 1925, Lustig, haciéndose pasar por un funcionario del gobierno, organizó reuniones secretas en un lujoso hotel de París, donde convenció a sus víctimas de que la Torre Eiffel estaba en peligro de colapso y que debía ser demolida para ser vendida como chatarra. Así comenzó la increíble historia de cómo Vendió Dos Veces la Torre Eiffel.
El Plan Perfecto: Vendió Dos Veces la Torre Eiffel
Una Venta Secreta para No Alarmar al Público
Lustig era un maestro de la manipulación y sabía que la clave para que su plan funcionara era la discreción. Al reunir a varios empresarios del negocio de la chatarra, les explicó que la Torre Eiffel estaba en un estado tan deteriorado que el gobierno francés no tenía otra opción más que demolerla.
Sin embargo, dado el valor simbólico del monumento, el gobierno quería evitar protestas públicas, por lo que la venta debía mantenerse en secreto.
Con esta estrategia, Lustig no solo Vendió Dos Veces la Torre Eiffel, sino que también convenció a sus víctimas de que estaban participando en un negocio altamente confidencial.
Para hacer más convincente la estafa, presentó a su socio Daniel Collins como su “secretario”, y juntos pidieron sobornos adicionales para acelerar los trámites burocráticos.
El empresario Poisson, el primero en caer en la trampa, entregó el dinero sin cuestionar la legalidad del trato.
La Primera Venta de la Torre Eiffel: El Hombre que No Denunció
Poisson: La Primera Víctima Humillada
Después de haber realizado la primera venta, Lustig y Collins huyeron de París con el dinero. Sorprendentemente, Poisson, el primer comerciante que cayó en la estafa, no denunció el fraude a las autoridades.
Estaba tan avergonzado por haber sido engañado que prefirió guardar silencio. Esto permitió que los estafadores pudieran regresar a París un tiempo después y repetir el engaño.
Es asombroso pensar que Lustig no solo Vendió Dos Veces la Torre Eiffel, sino que logró hacerlo sin ser capturado en la primera ocasión. La segunda víctima, sin embargo, fue más astuta y, al darse cuenta de la estafa, acudió a la policía, lo que obligó a los timadores a huir rápidamente.
A pesar de la denuncia, Lustig y Collins lograron escapar, y nunca se descubrió exactamente cuánto dinero lograron obtener con sus estafas.
La Leyenda de Victor Lustig: El Hombre que Vendió Dos Veces la Torre Eiffel
Una Hazaña Inspirada por Otros Timadores
El engaño de Lustig puede haber sido inspirado por otro famoso estafador, el escocés Arthur Ferguson, quien en 1923 vendió tres de los monumentos más emblemáticos de Londres a turistas estadounidenses.
Ferguson convenció a sus víctimas de comprar el Palacio de Buckingham, el Big Ben y la Columna de Nelson por sumas desorbitantes, lo que lo convirtió en una leyenda entre los timadores.
Lustig, al igual que Ferguson, aprovechó la credulidad de los extranjeros para llevar a cabo su plan. Sin embargo, lo que distingue a Lustig es que Vendió Dos Veces la Torre Eiffel, un monumento icónico que nadie imaginaría que pudiera ser vendido.
Su audacia y habilidad para manipular a sus víctimas lo han convertido en uno de los estafadores más recordados de la historia.
Para más información sobre Victor Lustig y su estafa, puedes leer este artículo: https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20210425/6989398/victor-lustig-hombre-vendio-torre-eiffel.html.
Reflexiones Finales: Una Estafa que Desafió el Sentido Común
El caso de Victor Lustig es un claro ejemplo de cómo el ingenio, combinado con el atrevimiento, puede llevar a cabo las estafas más insólitas. Vendió Dos Veces la Torre Eiffel no solo por la cantidad de dinero que consiguió, sino por la confianza que logró ganarse de sus víctimas.
Esta historia sigue siendo un testimonio de los límites de la credulidad humana y de cómo las personas, incluso las más astutas, pueden ser manipuladas cuando están cegadas por la ambición.
A lo largo de la historia, los grandes engaños han dejado huellas, como el reciente caso de Estados Unidos atacando México con un misil atómico, un evento que ha generado controversia y desinformación en los medios.
Puedes leer más sobre este suceso aquí: https://lachispa.mx/internacional/estados-unidos-ataco-mexico-con-un-misil-atomico/.
