Claudia Sheinbaum inicia su mandato con la promesa de continuidad y el “segundo piso” de la transformación
Este martes, Claudia Sheinbaum tomó posesión como presidenta de México en un acto multitudinario en el Zócalo de la Ciudad de México, marcando el inicio de lo que denominó “el segundo piso de la transformación”. En su discurso, enfatizó la continuidad del proyecto político de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, y la profundización de la Cuarta Transformación, un proceso que López Obrador inició durante su gobierno.
“Amigas y amigos, hoy inicia el segundo piso de la Cuarta Transformación de la vida pública de México”, dijo Sheinbaum ante una multitud de seguidores que llenaron la principal plaza del país. En su discurso, la primera mujer en presidir México reafirmó los principios que han definido a su movimiento, tales como “por el bien de todos, primero los pobres” y “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, consolidando su postura de continuidad.
Sheinbaum también destacó la naturaleza histórica de su mandato, siendo la primera mujer en más de 200 años de república y 500 años desde la conquista española en llegar a la presidencia de México. Sin embargo, dejó en claro su reconocimiento a López Obrador, al referirse a él como “el mejor presidente que ha tenido el país”. A pesar de esta afirmación, Sheinbaum subrayó que su liderazgo buscará una profundización en la transformación que inició su predecesor.
Promesas de continuidad y nuevas reformas
Entre los compromisos más destacados, Sheinbaum mencionó la continuidad de los programas sociales iniciados durante el sexenio de López Obrador, como las becas para estudiantes, las pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad, así como la política de austeridad gubernamental que ha caracterizado al actual movimiento.
Claudia Sheinbaum inicia su mandato con la promesa de continuidad y el “segundo piso” de la transformación
Asimismo, Sheinbaum anunció que se someterá a la revocación de mandato en 2027, tal como lo establece la Constitución mexicana, lo que permitiría a la ciudadanía decidir si continúa en el cargo o no, en un ejercicio democrático que también realizó López Obrador en 2021.
En el ámbito de la reforma electoral, Sheinbaum expresó su intención de enviar una iniciativa constitucional para recuperar el principio democrático de la no reelección, asegurando que “a partir de 2030, ningún puesto de elección popular podrá ser reelecto”. Además, enfatizó la prohibición de que familiares directos sucedan en cargos de elección popular, como parte de un esfuerzo por combatir el nepotismo.
Una apuesta por la democracia participativa
La presidenta también reiteró su compromiso con la democracia participativa, anunciando su plan de fortalecer mecanismos como la revocación de mandato y las consultas populares, así como la reducción del costo de las elecciones, en línea con los principios de austeridad y eficiencia que ha sostenido el movimiento de la Cuarta Transformación.
Sheinbaum dejó en claro que su gobierno mantendrá la promesa de continuar con el legado de López Obrador, pero con un enfoque en expandir y profundizar las políticas públicas que han caracterizado los últimos seis años. En este contexto, su mensaje fue claro: la transformación de México no ha concluido, sino que está entrando en una nueva fase de consolidación.
El reto de consolidar la Cuarta Transformación
El inicio del mandato de Sheinbaum representa un nuevo capítulo en la historia política de México, marcado por el desafío de consolidar los logros de la administración anterior y enfrentar los problemas que aún persisten, desde la desigualdad hasta la inseguridad. La presidenta asume el cargo en un contexto de altas expectativas y con un firme compromiso de llevar la Cuarta Transformación a un nivel más profundo, con el objetivo de transformar estructuralmente al país.
Este miércoles, Sheinbaum retomará una de las tradiciones más emblemáticas del gobierno de López Obrador: las conferencias matutinas, conocidas como “las mañaneras”, que ahora se realizarán a las 7:30 a.m., continuando con el estilo de comunicación directa con la población que marcó el mandato de su predecesor.
Con decenas de mandatarios internacionales y representantes de organismos multilaterales presentes en su toma de posesión, Sheinbaum ha dado inicio a un sexenio que promete ser crucial en la historia de México, enmarcado en la promesa de hacer historia, no solo por ser la primera mujer en ocupar la presidencia, sino por consolidar la transformación de la vida pública del país.
