Un chip cerebral combate la epilepsia y tiene un 80% de efectividad
La ciencia está creciendo a ritmos realmente acelerados y cada vez hay nuevos descubrimientos que sin duda mejoran la calidad de vida. Una ventaja de este desarrollo tecnológico es que áreas como la medicina también se ven beneficiadas en gran medida. Ahora una noticia que le está dando la vuelta al mundo es el caso del primer chip cerebral combate la epilepsia y ya lo están probando en un paciente humano.
Las empresas se dieron cuenta del potencial que tienen estos chips y ahora son mucho más comunes. Los ejemplos más claros son los chips de “Neuralink” y su competencia directa.
Un chip cerebral combate la epilepsia.
El nuevo dispositivo se llama “Picostim” y fue creado en Reino Unido, a diferencia de su competencia esté no es un microchip, pues tiene el tamaño de una batería de celular, algo bastante grande para tener en el cerebro. Lo que hace básicamente es recibir todas las señales eléctricas del cerebro y cuando detecta una anomalía en la corriente, envía su propia corriente eléctrica para corregirlo. De esta forma el cerebro no presenta convulsiones ni temblores. Este chip se tiene que cargar cada cierto tiempo y para ello se usan unos audífonos especiales.
Como se dijo al inicio, este aparato ya está se está probando en humanos. A finales de octubre 2023, Oran Knowlson se volvió la primera y única persona en recibir el chip. Se demostró que la frecuencia de sus ataques se redujo cerca del 90%. También se demostró que la intensidad de los ataques restantes se redujo en un 80%. En palabras simples esto significa que sus ataques prácticamente desaparecieron y los que quedan no son tan fuertes ni dañinos.
También se confirmó que el chip tiene la capacidad de adaptarse a las frecuencias eléctricas que se producen en el día y a las que se producen en la noche, esto brinda un servicio personalizado que solo se activa cuando es necesario. Por último, se dijo que desde que se implantó el chip hasta ahora, no se ha presentado ningún efecto secundario ni consecuencias negativas.