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Porque en ti está la fuente de la vida y en tu luz podemos ver la luz (Salmo 36:9)

Porque en ti está la fuente de la vida y en tu luz podemos ver la luz (Salmo 36:9)

Porque en ti está la fuente de la vida y en tu luz podemos ver la luz (Salmo 36:9)

¡Oremos al Señor! ¡Señor, Ten piedad!
Padre Santísimo: A pesar de que los densos nubarrones están cegando tantas vidas, nuestro saludo y nuestra gratitud nos hace ser leales a tu divina bondad y con alegría abandonamos nuestro lecho porque tu presencia nos despoja de lo cotidiano, de lo normal y de todo lo ordinario, porque nosotros preferimos estar ante ti postrados pero sin dejar de contemplar la belleza incomparable de tu luz maravillosa.

Padre Santísimo: ¿Cómo es posible que sea normal o veamos como ordinario el que cada día tengamos que ver partir a la eternidad en nuestro pueblo tan pequeño, tan hermoso, tan joven y tan excepcional a uno ovarios seres queridos? Estamos convencidos de que hemos salido de tus manos divinas y a ellas regresaremos un día, pero dentro de los parámetros por ti establecidos y que son razonables.

Hoy nos proponemos formatear nuestra Comunidad cristiana inconforme y manifieste su franco repudio a esta anomalía, porque esta si que no es tu divina voluntad

Hoy nos declaramos como los grandes enemigos de continuar con esta situación que debemos desaparecer porque, como conocedores del Evangelio de tu amadísimo Hijo, proclamamos que él arribó a nuestro planeta PARA QUE TENGAMOS VIDA Y ESTA SEA ABUNDNATE, EXTRAORDINARIA, MARAVILLOSA Y AUNQUE EN EL PLANO HUMANO, ADEREZADA DE LO DIVINO.

Es por eso que subimos a esta colina del Cerro de la Santa Cruz Vivificadora y con un clamor fuera de serie reclamamos nuestro privilegio de vivir honrando a nuestros padres, viviendo de manera fraternal, amando la vida, estando unidos siempre a tu hijo amado y en comunión con el Espíritu Santo bueno y vivificador.

Todos a una sola voz exclamamos: ¡Por ser hijos de tu luz divina, por brillar con el poder de nuestra fe, por ser portadores de tu divina presencia, por estar sellados por la unción del Espíritu Santo, hacemos pública esta profesión de fe desde esta imponente altura:

“Tu diestra Señor es poderosa, tu diestra Señor realiza hazañas” ¡NO HEMOS DE MORIR! ¡VIVIREMOS PARA CONTAR TUS PROEZAS! ¡Nos has castigado con dureza, pero no me has entregado a la muerte, ni lo vas a hacer! Nuestro pueblo que en ti confía y en ti pone toda su confianza rompe con esta maldición y ungido con el óleo de alegría, se llena de amor, de fe, de esperanza, de bondad y de un espíritu de tenacidad que nos torna en entusiastas y optimistas que creen en Cristo, quien es la Vida.

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Estamos sintiendo cómo tu gracia divina corre por nuestras venas, fortalece nuestro corazón, da aliento a nuestro ser entero y hace que nuestro espíritu viva en estrecha comunión con tu Espíritu Santo

Y nos hace tener sabiduría para prolongar nuestros días sin temores, sin sobresaltos y sin cobardías, porque nuestra nueva forma de vivir se nutre del poder de tu palabra, de la fortaleza del pan de vida y con el poder de nuestra boca llena del Espíritu que da la vida.

Visualizando e interiorizando la vida, vamos a inaugurar tiempos de paz, de salud, de bienestar, de prosperidad, de bendiciones, de festejos, porque amando la Vida en Cristo, tu hijo amado, la luz divina brillará intensamente en nosotros y después de largos días del buen vivir, arribaremos a tu luz porque amamos, fuimos amados, afortunados que viviendo en este mundo, siempre gozamos del aderezo celestial. Amén.
P. Cosme Andrade Sánchez+


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