¡El enemigo no teme a la Biblia pero si al que de rodillas ora sin cesar!
ORACIÓN ¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
Padre Santísimo: ¡Bendito seas en esta gloriosa madrugada!
Por nuestra mente da vueltas y vueltas esta gran verdad tan poco comprendida: EL ESTAR DE RODILLAS, SIENDO INSISTENTES Y PERSISTENTES EN LA FERVIENTE ORACIÓN, para doblegar al enemigo, quien NO TEME A LAS SAGRADAS ESCRITURAS, sino a quien cree firmemente en lo que proclaman EN LO QUE ELLAS PROCLAMAN, cae de rodillas y ora sin cesar hasta conmover al mismo enemigo a que huya de él y lo deje en paz.
Esos seres de oración son capaces de conmover al mismo cielo y hacerlo que le brinde todos los favores. Esto nos hace recordar a esa viuda que a diario insistía ante ese juez que ni te temía, ni creía en ti, pero ante la insistencia de esa pobre viuda, a fin de quitársela de enfrente, la llama y le resuelve su caso.
Ya este juez estaba cansado de escuchar sus quejas y lamentos, tal como nos lo refiere el Evangelio: “… había una viuda que insistía en pedirle al juez malvado: “¡Hágame usted justicia contra mi adversario!” (San Lucas 18:3).
¡Qué conmovedora comparación nos puso tu hijo amado a fin de orar fervientemente, de rodillas, pero creyendo que nuestra oración ¡nunca será en vano!
¡Siempre obtendrá aquello que necesitamos! ¡Hará que los mismos ángeles acudan a consolarnos trayendo la pronta respuesta del mismo Cielo!
El mismo espíritu Santo nos da la clave para orar y por qué orar sin cesar: “Miren que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino sigan lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos. ¡ESTÉN SIEMPRE GOZOSOS! ¡OREN SIN CESAR! ¡DEN GRACIAS EN TODO!, PORQUE ¡ESTA ES LA VOLUNTAD DIVINA PARA CON USTEDES EN CRISTO JESÚS!” (1ª. Tesalonicenses 5:15-17).
Padre Santísimo: Tu divina voluntad es que seamos seres de luz que de rodillas oran sin cesar, amamos la bondad y la justicia, respetamos a nuestro prójimo, jamás devolvemos mal por mal, sino que siempre hacemos el bien por todo mal que nos hagan, estamos con el ánimo siempre alegre, nos gozamos hasta de lo terrible del momento y hasta te agradecemos sin cesar por el mal que nos ataca, porque sabemos QUE SALDREMOS BIEN FAVORECIDOS, PORQUE EN CRISTO, TU HIJO AMADO, ¡TODO LO PODEMOS! ¡TODO LO ALCANZAMOS Y HASTA LOS MISMOS ÁNGELES ACUDEN EN NUESTRO AUXILIO! ¿Qué más queremos ante tanta bondad y tanto cariño de Tu parte, oh Padre Santísimo?
Los tiempos de tanta incertidumbre los sorteamos siempre en lucha, siempre en la esperanza, siempre con la certeza
De que aunque sean los tiempos postreros de la historia, nosotros viviremos siempre protegidos, exitosos, victoriosos, valientes, sin temores, porque aun en medio de tanto peligro, tú, oh Padre Santísimo, ¡por ningún motivo permitirás que tus hijos que a ti claman, queden en el desamparo! ¡Tú siempre estarás dispuesto a concedernos todo cuanto requerimos para hacer de nuestra estancia aquí en la tierra todo un suceso extraordinario, fuera de serie y totalmente incomprensible ante los demás!
Padre Santísimo: postrados nos vamos a iniciar este día con gozo, con audacia, con una fe tremenda, con una esperanza que hace que nuestro horizonte sea increíblemente hermoso, aunque los negros nubarrones presagien lo contrario, porque quienes en ti ponemos nuestra confianza, ¡jamás seremos defraudados por tu Bondad
¡Bendito, alabado, adorado y glorificado seas, oh Dios y Padre de nuestros benditos padres! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+