Que viva la democracia
El próximo domingo 2 de junio hay que salir a votar por el candidato o partido de su preferencia. Serán más de 20 mil cargos de elección, incluidos los de Tabasco, los que serán votados.
Para el caso de Tabasco, los candidatos a Gobernador, alcaldes y diputados tuvieron mes y medio, y los de Presidente, legisladores federales y senadores tres, para convencer a los tabasqueños de por qué son la mejor opción para representarlos en esas posiciones.
Ahora hay que esperar que los ciudadanos de todas las clases sociales, de la zona rural y urbana, acudan a cumplir con su derecho y obligación para seguir fortaleciendo a la democracia.
Lo más sano es que la población salga desde temprano a votar antes de cumplir con los compromisos propios de un domingo.
Lo deseable es que tengamos una jornada electoral en paz, sin conflictos ni mucho menos violentos durante y posterior a que cierren las casillas.
En una democracia que se parecía de serlo, se gana y se pierde, y lo más sensato: que el candidato perdedor acepte la derrota, y el ganador haga gala de humildad, inclusión y unidad en su victoria.
De acuerdo con el INE, serán 1 millón 811 mil 505 tabasqueños y tabasqueñas los que estarán en condiciones de ir a votar para elegir desde Presidente a diputados locales.
Lo importante, sin embargo, será que la población salga a votar y abandone la apatía e indiferencia -vencer el abstencionismo – que tienen aún muchos que consideran que su participación no cuenta, cuando es todo lo contrario.
El que vota tiene toda la autoridad moral para exigir a sus gobernantes o legisladores que cumplan sus compromisos de campaña. El que no vota, se quita el derecho de incidir en la vida pública y política del país y de Tabasco. De evaluar el desempeño de sus gobernantes salientes o legisladores.
Los que acudan el domingo a votar, podrán estar ciertos del deber cumplido y serán actores determinantes de los gobernantes y legisladores que vayamos a tener, de los partidos que disputan hoy los cargos y el poder público.
Si acertamos o nos equivocamos en nuestras elecciones, no importa. Se trata de que se defienda y ejerza libre y democráticamente nuestro derecho para elegir.