+A la memoria de Gonzalo Gómez
Me enteré por Notiver, que el buen Gonzalo Gómez Baham había fallecido, era un fiel colaborador del diario y de la familia Salces Ramírez. Lo recuerdo porque hace muchos años, cuando se construía La Marigalante con el capitán Vital Alzar en Alvarado, hace quizá una veintena de años, él nos condujo en su auto a mi mero y a su jefe, Alfonso, y desde aquella época siempre que lo veía platicábamos de aquel arroz a la tumbada que comimos en Alvarado. Descansa en paz, Gonzalo y el pésame y resignación a tu familia.
Día seis Madrid de todo un poco
La vida es un cuento, dijera León Felipe con su clásico Todos los cuentos: “Yo no sé muchas cosas, es verdad. Digo tan sólo lo que he visto. Y he visto: que la cuna del hombre la mecen con cuentos, que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos, que el llanto del hombre lo taponan con cuentos, que los huesos del hombre los entierran con cuentos, y que el miedo del hombre… ha inventado todos los cuentos. Yo no sé muchas cosas, es verdad, pero me han dormido con todos los cuentos… y sé todos los cuentos”.
Así aquí en Madrid, uno ve los sucesos cotidianos y todos son cuentos, el caminar de la gente, la belleza de sus mujeres, la moda de las jóvenes, los comercios atiborrados de compradores, la música, el teatro, donde apenas hoy mismo iré a ver una obra que está de moda, La Malinche, que es un musical del gran Nacho Cano, de aquel encuentro que ahora el alcalde de Orizaba, JM10 revive pronosticando una estatua de La Malinche en Orizaba, que Bernal Díaz del Castillo relataba en su ortografía original: “Y en aquella sazón y viaje, se casó con ella un hidalgo que se decía Juan Jaramillo de un pueblo que se decía Orizava, delante de ciertos testigos, que uno de ellos se decía Aranda, vecino que fue de Tabasco y aquel contaba el casamiento y no como lo dice el cronista Gomara; y la doña Marina tenía mucho ser y mandaba absolutamente entre los indios de toda España”.
Y de ahí de esa boda del querer de Hernán Cortes, donde para siempre se nos quedó ese legado de llamar ‘malinchista’, a aquel que se nos atraviesa como extranjero, aquel que muestra apego a lo extranjero y desprecia lo propio. Aquel encuentro de hace 500 años, cuando dos mundos se convirtieron en uno y ahora aquí me tenéis a mí en esta España, de donde partieron los conquistadores y no pasaron por Tierra Blanca, en aquella época, tomaron lo que se llama el Camino de Cortés y Orizaba si la conocieron, y sus grandes volcanes como el Pico de Orizaba hasta llegar a Teotihuacán, donde los hombres se convirtieron en dioses, y estos montados en sus caballos espantaban a nuestros indios, pero esa ya es otra historia y ya casi me siento historiador, sin serlo. La veo y les cuento. Pues sucede que anoche mismo nos fuimos a ver la obra.
Es extraordinaria. Bella, musical, ese Nacho Cano es un genio, con mas de cien artistas profesionales, todos ellos cantantes y bailarines, escenografía de primera y, lo mas importante, muy apegada a la realidad histórica, sin ponernos ni tan malos ni tan buenos, y al final los mexicanos terminamos muy emocionados con esa historia que uni hace 500 años dos razas, dos culturas, la mexicana y la española. Les platico mas, pronto
