El reclamo presidencial
Es increíble, me decía un lector, que con todos estos escándalos de la familia de Rocío Nahle, incluido ahora un yerno incómodo, apenas Pepe Yunes esté cuatro puntos arriba en las encuestas, cuando debía estar 20. La marca Morena pesa, me decía el mismo lector. Camelot
El presidente AMLO afiló su crítica contra Emilio Azcárraga, al que casi no había tocado en el sexenio. Ha tenido clinchs con muchos y comunicadores casi todos, los que escriben a nivel nacional y tienen miles de lectores. Pero a Televisa le reclamó que en su noticiero estelar, lanzaron una nota donde el yerno incómodo de Rocío Nahle, le encontraron unas cosillas por allí que son pecadillos millonarios que la suegra favoreció en sus horas de nostalgia y de tristeza, quizá como regalo de bodas.
La hizo pública el presidente y el video se volvió viral. Pero eso ya no espanta. Atrás quedaron los años inciertos cuando las concesiones pendían de la cabeza presidencial, como en tiempos de Echeverría que se enfrentó a Televisa y muchos pensaron que, en una de sus locuras, capaz y le cancelaba la concesión. En aquel tiempo medio se podía. Ahora imposible. Hay jueces que son independientes, hay una Suprema Corte de Justicia de la Nación que no obedece los reclamos presidenciales, y hay libertades, además, vendría un repudio mundial de Estados Unidos y de países democráticos.
Eso ya no se puede. El presidente ha dicho a los Medios que demanden ante las instancias, pero los medios le responden que ellos no son Ministerio Público, ellos cumplen con informar, es el Supremo Gobierno quien debía abrir una carpeta de investigación contra Rocío Nahle y su esposo y ahora el yerno incómodo. Y para que no quedaran dudas de que Televisa se sostiene con su información, al otro día, en el gustado bloque de Las Mangas del Chaleco, le dieron otra repasada a los cochupos al yerno, por lo que pudiera ofrecerse.
Fue en un café
La semana pasada, el alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, salió a tomar un café con los dos candidatos de su partido, el PRI, que van en Alianza con PAN y PRD, Carla Canales y Carlos Vidal, al café Gracián del Palacio de Hierro. En una esquina, alejados de la gente, en horas no muy concurridas comenzaron los paparazis a tomarles fotos, desde todos los ángulos, vamos hasta pasó una procesión del Pentecostés y allí quién filmaba paneó la cámara y los agarró en la plática. ¿De qué hablaron? Solo ellos lo saben. Muy seguro de su caminar como candidatos, uno a la diputación local y otra a la federal. Los alcaldes y funcionarios públicos, como el presidente, tienen prohibido hacer proselitismo a favor de sus partidos y candidatos, aunque al presidente le vale, todas las mañanas las utiliza para eso.
Pero no me digan que la ley es la ley, exclama. Juan Manuel ahí ha ido, cuidando las cosas, apenas se apareció a darle a Xóchitl en el Toreo de Orizaba una Bandera Mexicana, que la candidata presidencial ondeó al grito de Viva Orizaba, después de haber echado porras esta ciudad ejemplo de seguridad, limpieza, turismo, bienestar y otras cositas. La foto, como lo escribió un lector, hizo más que muchas lonas en la ciudad. Alguna vez de hace un tiempo, el presidente Barak Obama, después de charlar en la Casa Blanca con su homólogo ruso, un tal Medveded, lo invitó caminando a cinco minutos a comerse una hamburguesa, reunión y foto que le dio la vuelta al mundo y la llamaron ‘La Cumbre de la Hamburguesa’. Aquí Juan Manuel tomó un café con dos de sus colegas partidistas. Me imagino que les deseó suerte y la foto recorrió las redes sociales.