Ser morenista no me obliga a votar por Huacho
¿Ser morenista me obliga a votar por Huacho Díaz Mena?
Por Alejandro López Munguia.
¿Estoy obligado a votar por un ser humano que traiciona los principios e ideales de la 4a Transformación, que se rodea de corruptos no morenistas para que coordinen todo el movimiento, que miente para darle a la gente falsas esperanzas y que manipula a los débiles haciéndoles creer que va a ganar para que los orille a gastar en su favor, hasta lo que no tienen?. ¿Se está obligado a votar por Huacho, cerrando los ojos a todos los abusos, excesos y violaciones que ha cometido a la ideología morenista?
Esta pregunta es obligada, si deseamos ver el tema de la elección del próximo 2 de junio, desde una perspectiva real, que nos permita liberar las mentes y poner en claro las reglas del juego.
¿SER MORENISTA ME OBLIGA A VOTAR POR HUACHO DÍAZ MENA, CANDIDATO A GOBERNADOR DE YUCATÁN POR MORENA?, LA RESPUESTA ES NO.
La respuesta está basada en el fundamento ideológico que dio vida a la fundación del Movimiento en partido político. Y es que, se trata de apoyar la 4ª Transformación en todo lo que esta significa, entendiendo que todos, sin distinción se comportarían a la altura de las circunstancias. Es decir, todos serían honorables y justos en su actuar.
Luego entonces, si el candidato a Gobernador no representa esa fundamentación ideológica, sino que por el contrario, la ha traicionado y viciado, entonces ningún militante morenista está obligado a votar por él en las elecciones del próximo 2 de junio.
Huacho Díaz Mena logró la candidatura como colofón de una conducta que traicionó esa ideología.
Veamos, como secretario del Bienestar (súper delegado), no quiso atender, ni cumplir los compromisos con el pueblo. Hay gente que hasta el día de hoy espera ser atendida y recibir sus apoyos.
Pero seamos agudos. Durante la pandemia, del 2020 al 2022, miles de yucatecos que se acercaron al Imss y al Issste, no fueron atendidos porque no habían camas, ni tanques de oxígeno; ¿es culpa de Huacho?, el fondo del asunto que, a él le correspondía hacer las gestiones necesarias para que no faltaran esos vitales recursos para atender a los enfermos, que finalmente, perdieron la vida.
Huacho Díaz Mena debió en todo momento estar pendiente del funcionamiento de dichas instituciones federales. Pero el hombre se escondió y se hizo “chiquito”.
Nunca visitó los hospitales, ni gestionó las necesidades de los médicos.
El presidente López Obrador anunció que habrían plazas laborales para los médicos que hicieron guardias eternas en las áreas de atención de los pacientes de Covid y Huacho nunca le dio seguimientos. Hasta ahora, esas plazas no han llegado.
La 4ª Transformación impulsa la atención al pueblo como una prioridad. ¿Por qué Huacho no cumplió con ese principio?.
Ya durante la lucha electoral interna, Huacho le jugó chueco a mucha gente. Compró al Consejo Político y manipuló encuestas. Su juego sucio empezó con la presidenta del Partido, la Maestra Alpha Tavera, a quien traicionó luego de conseguir la candidatura, al no cumplirle la promesa de darle una diputación plurinominal. Una vez que tuvo el poder, la orilló a salirse del partido.
Gracias a él, se creó el movimiento anti chapulín en Yucatán. Debido a sus imposiciones dando las candidaturas a priístas y panistas corruptos, pasando por encima de los derechos de la militancia morenista.
Luego, luego, Huacho se trajo a sus amigos corruptos para que le coordinaran la campaña y se adueñaran del Movimiento. Y cuando nos dimos cuenta, Morena ya estaba en manos de los que saquearon el Isstey y lo quebraron en gobiernos anteriores.
De esa manera, uno se pregunta, ¿ser morenista me obliga a votar por Huacho Díaz Mena?, la respuesta, es no.
No se puede avalar la traición a los principios de la 4ª Transformación. No se puede prometer al pueblo de Yucatán, una transformación a fondo, con los rateros, los ladrones, los que sí roban, los que sí mienten y los que sí traicionan.
Los sinvergüenzas preguntan ¿entonces quieren que gane el PAN o el PRI y regrese la corrupción?. Patéticos.
La respuesta a esa asquerosa pregunta, es, queremos que Huacho dé marcha atrás y cumpla con los ideales de la4T. Y eso, significa sacudirse a tanto corrupto para dar paso a una generación de morenistas limpios, honestos y confiables.
Si habemos de ganar, que se gane con los ideales de la 4T.
Muchos sinvergüenzas afirman que con los morenistas no se gana ninguna elección. Se equivocan, sin candidato, solo con la marca Morena, en agosto del año pasado estábamos arriba 15 puntos. Ahora con Huacho como candidato estamos 12 puntos abajo. Se han perdido 27 puntos porcentuales.
Ningún morenistas está obligado a votar por un chapulín, y no por eso se es traidor.
Se es traidor por traer chapulines y regalarles el legado de la marca, el legado de López Obrador.
Traer chapulines es ofender los ideales de la 4T.
Porque puede llegar gente de otros partidos, sí, pero con método. Que tomen los cursos, que hagan militancia, que luchen con el pueblo y en la siguiente elección, si el pueblo los reconoce morenistas, entonces denles las candidaturas de forma legítima, mediante proceso democrático.
Pero han llegado como los ladrones, a robarse lo que no les corresponde, lo que no es suyo.
Ningún morenista está obligado, ni moral ni legalmente a apoyar a los chapulines, ni a los traidores.
En todo caso, dejemos que Huacho pierda la elección, para reconstruir lo que su asqueroso movimiento chapulinero ha destruido. Pero ya sin él y sin ellos.