La gobernadora y el desgobernador
Sin lugar a dudas el Estado de Guerrero vive en un estado de excepción: Una Gobernadora que no gobierna y un padre que es el que manda y decide lo que se hace, y lo que no se hace, como en aquellos tiempos en que los hacendados disponían no tan solo de sus riquezas, sino también de las personas que trabajaban en las haciendas. “El derecho de pernada” es la triste historia de esa etapa, porque la desposada tenía que entregarse primero al hacendado, y después al esposo.
Y esa circunstancia mostraba la degradación humana de esos tiempos, pero habrá que señalar que en estos tiempos también existen ejemplos de esa degradación humana: mujeres que se ven obligadas a entregarse a cambio de que no les quiten el empleo, niñas secuestrados que se venden en los mercados de la ignominia, y niños a los que los obligan a prostituirse.
En el Estado de Guerrero no hay Gobierno, hay una clara intromisión de un sujeto que se siente “parido por Dios” y que se llama Felix Salgado Macedonio, un pillo de siete suelas que ha venido saqueando las arcas del Suriano estado a su conveniencia a causa de que por desgracia los guerrerenses aceptaron que la Gobernadora fuera la hija de Felix Salgado Macedonio, con lo que entregaron su honra por unos centavos.
La anarquía se ha apoderado del Estado de Guerrero, ese mismo donde el Cura José Maria Mórelos y Pavón realizara el Primer Congreso del Anahuac, que sentaría las bases de la lucha por la independencia de la nación. Hoy el estado de guerrero está en manos de un rufián que todo lo decide, mientras su hija es un “adorno bonito” porque quien truena los cacahuates es su fijísimo padre.
En los tiempos que estamos viviendo, con la Presidencia de Andrés a Manuel López Obrador, los mexicanos observamos azorados la forma en que se conducen quienes por desgracia tienen el destino de los mexicanos en sus manos. Guerrero está en una brutal anarquía a causa de la permisibilidad para que las bandas de criminales hagan lo que les venga en gana, mientras los habitantes observan azorados decisiones contrarias al bienestar de los habitantes del histórico estado.
Pero también habrá que señalar que no es una circunstancia aislada, porque desde la llegada de Andrés a Manuel López Obrador al ejercicio del Poder Público en este aún maravilloso país. La anarquía, el hurto de los caudales públicos, y la acrividad delincuencial, es producto de la estupidez de un Mandatario que ni pone orden ni hace algo por detener esa criminalidad que hasta ahora es la que manda en el país. Pobre México, Pobres mexicanos. Al tiempo.