Fundadora Indignación .A.C; aumenta dependencia alimentaria y pobreza en Yucatán
Las acciones legales que encabeza María Cristina Muñoz Menéndez, en contra de la industria porcina en Yucatán, lejos de beneficiar el medio ambiente y el nivel económico de los indígenas mayas, los está condenando a padecer pobreza, desnutrición y desesperanza.
Y en su afán de justificar los millonarios recursos que recibe del extranjero a través de fundaciones como el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador lo reveló, manipula a los indígenas, quienes, con el cierre de estas granjas, se quedan sin empleo, mientras otros aspectos como el tráfico de especies tanto de fauna y flora aumentan, además de que la invasión de miles de hectáreas para asentamientos irregulares e industrias contaminantes, también son para esa organización letra muerta.
En el caso que nos ocupa cabe destacar que, en los últimos 10 años, de acuerdo a empresas del ramo y especialistas, el nivel de las importaciones de carne de cerdo se incrementó de manera progresiva, exhibiendo tasas de crecimiento interanuales que hasta el año 2020 alcanzaban un promedio de alrededor del 8%. Sin embargo, en el año 2021 se evidenció un salto importante en este indicador, con un crecimiento de 21.3% que consolidó un volumen récord de alrededor de 1.33 Millones de toneladas (Mt), el cual siguió incrementándose en 2022 hasta llegar a 1.44 Mt, ratificándose como el tercer importador de carne de cerdo a nivel mundial y el primero en Latinoamérica
En ese sentido, y a raíz de la caída de las importaciones de China en 2021, Estados Unidos, cuya producción aumentó en función de la creciente demanda del gigante asiático, tuvo que redirigir sus envíos hacia otros socios comerciales como México, país que se convirtió en el principal destino de sus exportaciones porcícolas y con el cual se aprovechan tanto las ventajas que brindaban la celebración de tratados de libre comercio, así como su favorable posición geográfica.
El volumen de importaciones de los últimos años, que en su gran mayoría provino de Norteamérica, lo que afecta a la industria Porcicola mexicana y con ello la pérdida de empleos.
En síntesis, el gran volumen de importaciones de carne de cerdo que ha ingresado al territorio mexicano en los últimos años es una espada de doble filo, pues gracias a esta abundante oferta y la favorabilidad de sus precios, poco a poco se allanó el camino para el incremento del consumo interno tanto en los hogares, como en la industria procesadora. No obstante, el lado negativo de esto es que la producción nacional se está viendo seriamente afectada y hasta cierto punto sacrificada, por lo que muchos productores podrían cerrar sus actividades al resultar incosteable su producción y ser más barata la carne importada.
La Organización de Porcicultores Mexicanos (Opormex) que dirige Heriberto Hernández Cárdenas sostuvo que en México generan más de 600,000 empleos directos e indirectos, de los cuáles en Yucatán suman 50 mil y por consiguiente 50 mil hogares que de continuar las acciones supuestamente de reivindicación social de dicha fundadora de INDIGNACIÖN, Cristina Muñoz, condenarán a los indígenas mayas a quien dice defender, a la pobreza, desnutrición y abandono.
Sin anestesia
Por eso decimos que María Cristina Muñoz Menéndez, fundadora de la ONG INDIGACIÖN A.C., traiciona a los indígenas mayas al quitarles 12 mil empleos directos y 38 mil indirectos, mientras ella se beneficia, lo mismo que quienes están y participan de los recursos extranjeros que reciben.
Esto se constata por medio de videos en redes sociales, cuando el pasado jueves 15 de febrero desde el interior de las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del Gobierno del Estado, asentó:
“esperemos que se acabe toda la industria porcícola de Yucatán”. De ahí que reiteramos a esos indígenas que no se dejen engañar ni mucho menos manipular.