Derecha herida de muerte
Cuando la desesperación es notoria y expresa muestras de obnubilación de la conciencia, cualquier cosa puede esperarse. Así actúa la derecha en México, es decir PRI, PAN, PRD y MC, a cuyos líderes se les importa que son capaces de hacer, lo que sea, ya no paga ganar, pero sí para desgastar al enemigo común.
Saben que mientras menos sea la diferencia entre un candidato de Morena y el resto, es mayor la posibilidad de impugnar, hacer fraude, llevar a tribunales la elección o simplemente descalificarla.
La imaginación sin creatividad hace ver más mediocre el pensamiento de quienes padecen esta combinación y pareciera se propio de la derecha mexicana a juzgar por sus embates fantasiosos de la realidad. Un ejemplo claro de esta fábrica de mentiras puede reflejarse en la supuesta caída del techo del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. La realidad es que se le daba mantenimiento a los plafones como periódicamente se les hacen, sin que esto implique accidente alguno.
El mantenimiento de dicha área la realiza una de las empresas de Xóchitl Gálvez, en la cual escondió su nombre para no ser identificada como una corrupta por ser servidora pública y empresaria al mismo tiempo y ganar contratos en el supuesto anonimato.
La foto de los plafones en el suelo no hace evidente su caída, puesto que todo lo que se encuentra en el suelo no está roto ni dañado, simplemente fueron bajados cuidadosamente, pero se adjudica la foto a alguno de los trabajadores de la empresa de la candidata de la alianza opositora, quien intentó ganarse un aumento de sueldo. Ya el resto de la fantasía corre por cuenta del cuentista de quinta Max Cortázar y la cuentacuentos favorita de la derecha: Xóchitl Gálvez.
La historia se encargaron de difundirla los medios convencionales con su aportación literaria de costumbre.
De esto y más es capaz de la derecha que en otros países no se ha limitado a simples montajes sino que llega a asesinar a sus propios correligionarios para culpar al adversario, o plantea un golpe de Estado legaloide, o construye los puentes necesarios para la invasión de estados unidos a su territorio. Todo para recuperar el poder, aunque sea con ilícitos.
Es por ello que integrantes de Morena y del Partido del Trabajo pidieron a ñas más de 50 organizaciones sociales y sindicales que se mantengan en unidad y se organicen ante la “ofensiva de la derecha”.
Reiteraron la alerta que deben tener al decir que la elección del 2 de junio “no será un día de campo” y advirtieron que será el proceso electoral más sucio de la historia.
El senador César Cravioto sostuvo que se ha intensificado una “ofensiva calumniosa de la derecha contra el movimiento y en particular contra el presidente Andrés Manuel López Obrador”.
A menos de una semana para el arranque de las campañas presidencial, dijo que se puede percibir “el mensaje de la derecha de que van a hacer todo lo ilegal posible para que no haya continuidad de la transformación”.
Ejemplos de ilegalidades que muestran desesperación son muchos. Pueden citarse diariamente, es por ello que nunca está de más estar alertas sobre cualquier expresión de violencia, de trampa, de preparativos de golpe, etc.
La visita de la candidata de la alianza opositora es un aviso de peligro, es la constructora del puente de la intervención no sólo física sino informativa, cultural, discursiva, ideológica, policial y hasta militar. Como carecen de identidad, sin país ni bandera, lo único que poseen es lo que creen haber perdido, que, por cierto, no les pertenece, que son los privilegios.
Lo que llaman la ofensiva de la derecha no es una frase paranoica, es un aviso incluso sutil, de lo que puede prepararse para evitar el triunfo de Morena, anunciado no sólo en la congruencia de la población, o en las encuestas sino en el sentir de la gente en las calles dentro y fuera de nuestro territorio.
Se trata de un aviso de advertencia, de urgente necesidad de alerta.
