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El segundo tirador (caso Colosio)

El segundo tirador (caso Colosio)

El segundo tirador (caso Colosio)

Me maravillo a menudo de que la historia resulte tan pesada, porque gran parte de ella debe ser pura invención. Camelot.

Llegan vientos de duda y maldad a México. Como si fuera un caso menor, y no uno que sacudió al país, la FGR de Morena abre el Caso Colosio y gira una orden de aprehensión contra un presunto segundo tirador. Un tipo que, en su tiempo, fue vigilado y escudriñado porque, entre otras cosas, trabajaba en el Cisen y era muy parecido al Mario Aburto original, de allí nació la teoría de los tres Marios Aburto. Lo sospechoso del asunto es que lo involucran con Genaro García Luna, que está detenido y es gente de Felipe Calderón y, como es tiempo de elecciones, todas las cacerías son buenas. Al rato, Genaro García Luna tendrá que ver en el caso de la muerte de JFK o de Lincoln. Para quienes vivimos esos años de 1994, inciertos y terribles y leímos todos los libros del crimen de Luis Donaldo, desde los serios hasta los inverosímiles, siempre se pensó que aquello era un complot y se buscaron culpables, desde Salinas pasando por Camacho Solís, la gente del gobierno y todos sospechábamos y sabíamos que aquello que parecía un crimen de estado, quedaría sin resolverse o con las dudas, como lo son los grandes magnicidios y aún en el crimen de Dallas de JFK se siguen buscando a los verdaderos autores intelectuales y materiales. Aburto fue asesino confeso. Unos dicen que, bajo torturas, pero hubo un tiempo que ya no era torturado y aquello no cambiaba. El hijo, Luis Donaldo, que es alcalde de Monterrey y hace poco tuvo una entrevista muy familiar, donde habló de su madre y de sus esfuerzos para curarse un cáncer que, sabían todos, la iba a matar. A sus 8 años, cuando perdió a su padre, Diana Laura los llevó a Europa a él y su hermana pequeña, el Papa los recibió con cariño, era la viuda de México y los niños eran los hijos de un hombre que seguro iba a ser presidente y las balas del odio y del rencor, como acusó la esposa, no lo dejaron llegar. Dijo que supo años después, cuando lo visitó Valentina Alazraki, la corresponsal en El Vaticano de Televisa, que su madre le dijo que los llevaba de paseo porque se estaba despidiendo de los hijos. Al poco tiempo murió. Ayer el joven Colosio salió a pedir al presidente AMLO indultara a ese asesino, para, de una vez por todas, cerrar ese capítulo que los políticos abren cada tres o seis años, dependiendo los enemigos, como ahora la misma FGR abre un caso de una gente que, en su tiempo, fue señalado como el segundo tirador y resultó que no lo era, las pruebas son tan débiles que un juez no ordenó que fuera aprehendido.

 

El hijo y el presidente 

El hijo: “Cada tres a seis años sale (el tema). ‘Vamos a revivir el caso’. Antes debieran salir a explicar qué es lo que quieren. Este asunto ha estado muy manoseado y creo que no es justo para la gente toda, incluida mi familia, que estén dando este espacio de esperanza, que estén reciclando el tema con tal de sacar una raja política. Tienen ya muchos años diciendo una cosa y después otra”, declaró el alcalde de Monterrey, quien externó un dato revelador de la perversidad que hay detrás de la resurrección del caso: “A mí nunca me han buscado. No sabemos qué novedades han desarrollado en la investigación o hacia dónde apuntan…”. El presidente respondió al hijo: “Aprovecho para contestarle al hijo de Luis Donaldo, me pide que yo indulte, quiero contestar de que no puedo hacerlo, sé que él ya no quiere, ni sus familiares saber nada de esto que fue terrible, pero se trata, repito, de un asunto de Estado y que yo quiero que en lo que a mí corresponde no se deje de investigar. Yo no estoy cerrado, no tengo ninguna intención de utilizar una situación tan lamentable con propósitos políticos, mucho menos con propósitos politiqueros, pero sí es importante de que no haya impunidad, si se trata de un crimen que de acuerdo a la fiscalía, tiene alguna relación con una institución del estado”.

Pasando elecciones se olvida este asunto. Al tiempo.

 

LA ATALAYA ORIZABEÑA

Ver también
Trabajo intergeneracional

 

Orizaba es una ciudad pujante, vive y vibra y cada tiempo hay algo novedoso. Se ha convertido en un desarrollo turístico, y la autoridad municipal trabaja en ello, sin olvidar las colonias donde ahora se pavimentan algunas de ellas. La gente vive contenta y los turistas llegan con alegría los fines de semana, cuando la hotelería abarrota los cuartos y hay poca disponibilidad, por eso nacen en estos días tres o cuatro hoteles, de todos niveles. La mañana del 7 de enero, el presidente AMLO aquí pernoctó y, cuando iba rumbo a Rio Blanco, al acto de los Mártires, se asombró de la belleza y limpieza de Orizaba, y le echó su comercial en la mañanera. Con todo y que, el presidente no sabe, que su gobernador no ha aportado un peso del dinero estatal a esta ciudad que maravilla. Cosas de la política. Bueno al toro, como decía Jacobo, más ahora que se reanudaron las corridas en la México, sucede que en estos días se inaugura una lugar llamado Atalaya de Cristal (Torre hecha comúnmente en lugar alto, para registrar desde ella el campo o el mar y dar aviso de lo que se descubre). Arriba del Cerro del Borrego descubrieron un lugar que quedaba listo para el mirador, como los hay en China, Nueva York, París, Portugal, el conocido Tower Bridge en Londres, el famoso mirador del Cañón del Colorado, que es muy similar al nuestro. Subiendo por el Teleférico o a pie, para los montañistas senderistas, podrán admirar esta nueva belleza totalmente gratis. El Teleférico vale 70 pesos y pronto también se ampliarán los vagones. Orizaba es una ciudad que impacta, le ocurre lo que ocurrió cuando Woody Allen llegó a Oviedo a recibir el Premio Príncipe de Asturias y dijo: «Oviedo es una ciudad deliciosa, exótica, bella, limpia, agradable, tranquila y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no existiera… Oviedo es como un cuento de hadas».

Así Orizaba.


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