Caso Texcaltitlán, primera llamada
Por: Norberto Vázquez.
El tiroteo dejó un saldo de 14 fallecidos. En la revuelta, cayeron integrantes del crimen organizado, pero también civiles. Esta fue una respuesta contundente de la sociedad civil, a las extorsiones y cobro de piso que se padecen a lo largo y ancho del país por parte de criminales.
Sembradores agrícolas, productores, terratenientes, líneas de transportistas, comercios, paleterías, tortillerías, pensionados, todo, absolutamente todo, está a merced de estos grupos delictivos que con la mano en la cintura cobran por lo que otros trabajan.
La primera llamada ya se dio. Fue en el Estado de México cuando pobladores de Texcaltitlán se enfrentaron con una célula de La Familia Michoacana que intentó extorsionarlos.
Nunca es tarde, pero la gobernadora Delfina Gómez propondrá en los próximos días reformas ante el Congreso mexiquense para que la policía estatal pueda realizar labores de inteligencia e investigación contra grupos delictivos.
Esto es indispensable, la inseguridad en la entidad debe ser reforzada con el fin de evitar incursiones de la delincuencia organizada.
Pero por ningún lado se ve el manotazo del Estado mexicano ante esta situación. Sobre el caso de las extorsiones o cobro de piso del crimen organizado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en su gira por el Estado de México que debe investigarse a fondo y castigar a los responsables. Hasta ahí, nada más.
El problema es muy grave. Los 125 municipios del Estado de México están bajo el asedio del crimen organizado, lo anterior por la sangrienta disputa entre la Familia Michoacana y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Prueba de ello, es lo sucedido en Texcaltitlán durante el fin de semana pasado, donde los pobladores asesinaron a varios extorsionadores a balazos y machetazos.
El caso ya está a nivel nacional e internacional. En la zona son al menos seis municipios los que viven en un reino del terror bajo el yugo del crimen organizado.
El caso ya prendió los focos rojos. Los pobladores se rebelaron y asesinaron a integrantes de la Familia Michoacana, entre ellos a Rigoberto de la Sancha Millán, alias El Payaso, quien era considerado como el tercero en la estructura criminal que dirigen Jonhy y José Alfredo Hurtado Olascoaga.
Cabe señalar que est grupo delictivo mantiene el control de los municipios de Temascaltepec, San Simón de Guerrero, Coatepec Harinas, Almoloya de Alquisiras, Sultepec y Tejupilco, todos ellos colindan con Texcaltitlán, sitios donde el grupo originario de Michoacán mantiene una disputa por el control con el CJNG por lo que se ha generado una ola de violencia en la zona sur del Estado de México.
Datos obtenidos, revelan que un grupo de agentes de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, militares, Guardia Nacional, Marinos y personal del Centro Nacional de Inteligencia intensificaron las investigaciones para localizar, detener a “El Pez” y “El Fresa”, líderes de la Familia Michoacana, así como a “El Pecha”, jefe de plaza para esa misma organización en el Valle de Toluca.
Un dato más. La Secretaría de Seguridad del Estado de México alertó sobre la proliferación de mensajes falsos que hacen alusión a ataques criminales, los cuales fueron descartados.
La dependencia estatal mencionó que todos han sido atendidos, corroborados en campo y, posteriormente, descartados.
Asimismo, exhortó a no difundir información falsa que pueda generar alerta o pánico.
El levantamiento en contra del narco expuso el hartazgo de los comuneros ante la extorsión que viven en Texcaltitlán, Estado de México, donde este crimen creció 300 % entre 2018 y 2022.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revelaron que en esos cinco años la extorsión en el Estado de México creció 155 %, al pasar de 1 mil 629 a 4 mil 153 casos.
El país es un hervidero y el gobierno de López Obrador, no lo quiere aceptar. La gente ya se cansó de tanta ingobernabilidad. El problema subirá de tono.