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El costo de la venganza

El costo de la venganza

Por: Jorge Javier García Mendoza

El proceso para la selección de los defensores de la 4T en las alcaldías de la CIUDAD CAPITAL se podría complicar debido a una decisión que muchos han calificado como represalia.

Ha circulado entre los militantes de Morena, la versión de que Claudia Sheibaum Pardo ordenó que los alcaldes no podrán dejar a familiares para que los sucedan. Lo anterior ha generado molestias entre los diversos grupos políticos –que sí existen– en la capital del país.

Mucha gente considera que la instrucción es una venganza y tiene dedicatoria. Se han mencionado varios casos de personas que aspiran a ser elegidos en las encuestas que se darán a conocer en los primeros días del año próximo y tienen alguna relación familiar con quienes gobiernan diversas alcaldías.

Se mencionan los casos de la diputada federal Beatriz Rojas Martínez esposa de Francisco Chíguil Figueroa, alcalde de Gustavo A. Madero; de Francisco Sánchez Cervantes, cuñado de Armando Quintero Martínez, alcalde de Iztacalco; de Israel Moreno Rivera, hermano de Julio César Moreno Rivera; y de Erika Rosales Medina, directora general de Inclusión y Bienestar Social de la alcaldía Xochimilco que gobierna Juan Carlos Acosta Ruiz.

En Morena deben de analizar con detenimiento las decisiones que van a tomar porque de ello depende el resultado que obtendrán en 2024.

Por ejemplo, Beatriz Rojas –quien ha sido diputada a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y actualmente es diputada federal– tiene una carrera intachable, independiente de su marido y ha realizado mucho trabajo en Gustavo A. Madero. Cuenta con mérito propios para encabezar la defensa de la 4T, no sería una herencia.

Por el contrario, en Iztacalco, Quintero Martínez sí quiere heredarle el cargo a su cuñado que tiene mala fama en la demarcación. La gente está cansada de la pésima administración de Armando y ven a Sánchez Cervantes como más de lo mismo y la peor opción para Morena.

En el caso de Venustiano Carranza, si bien es cierto que Julio César no es el alcalde, es el que manda. La alcaldesa es Evelyn Parra Álvarez y se espera que se reelija. Pero si por cuestión de género eso no es posible, Israel Moreno Rivera está listo para ser elegido.

En cuanto a Xochimilco, es similar al caso de Iztacalco: Acosta Ruiz quiere dejar en el cargo a Rosales Medina a pesar de la desastrosa gestión que ha tenido.

Algunos señalan que no se trata de una decisión que vaya en contra de algunos alcaldes en especial. Simplemente se trata de que ninguno tendrá la posibilidad de elegir a quien busque sucederlo porque se deberán de ceñirse al resultado de la encuesta.

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Sólo que hay un pequeño detalle: no en todas las demarcaciones le conviene a Morena dejar que el control del proceso lo detente un grupo diferente al más fuerte.

Así, Quintero y Acosta no tienen la fuerza para ganar y, por el contrario, Chíguil y Moreno si la tienen. De hecho, en Gustavo A. Madero se corre el riesgo de perder con cualquiera de los demás perfiles.

Si en Iztapalapa gana la encuesta Aleida Alavez Ruiz, pierde la elección en junio de 2024.

Ya se sabe en que alcaldías se debe aplicar la instrucción y en cuales no. La derrota es un costo muy alto a pagar por una venganza.

POR LAS CALLES…

Respecto de lo acontecido ayer en el Parque La Mexicana hay que aclarar que los priistas no fueron a un evento de Santiago Taboada Cortina, estaban repartiendo volantes. Maxta González Carrillo, diputada lacal, escribió en X: “Condeno los actos violentos ocurridos hoy en la @AlcCuajimalpa donde fueron violentados jóvenes priístas por personas cercanas al alcalde @AdrianRubalcava. Exijo a las autoridades investigar porque servidores públicos como @ARRIETA7005 golpearon a jóvenes. #NoMasViolencia”. Por su parte, Adrián Ruvalcaba Suárez, alcalde de Cuajimalpa, se deslindó del enfrentamiento y desmintió que José de Jesús Arrieta Espinosa –su suplente cuando fue Diputado en la VII Legislatura de la Asamblea Legislativa y militante del PRI desde 1998– sea su secretario particular debido a que presentó su renuncia el pasado 30 de noviembre. Independientemente de la agresión, hay que considerar que Rubalcava Suárez tuvo como secretario particular –cobrando en la nómina– a un funcionario partidista pues Jesús Arrieta Espinosa rindió protesta en agosto pasado como presidente del Comité del PRI en Cuajimalpa, algo totalmente ilegal. Las agresiones y la ilegalidad de sus decisiones muestran al verdadero Adrián Rubalcava Suárez, ese que dijo que es “el priista más honroso de la ciudad y del país”


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