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AGUJAS QUE TEJEN EL DOLOR: EL CÁNCER DE MAMA EN MÉXICO

AGUJAS QUE TEJEN EL DOLOR: EL CÁNCER DE MAMA EN MÉXICO

AGUJAS QUE TEJEN EL DOLOR: EL CÁNCER DE MAMA EN MÉXICO
Por: Daniela Balbino
Fuente: Cuartoscuro

¿Cómo es posible que en un sistema de salud supuestamente similar al de Dinamarca -según la narrativa presidencial- las consultas destinadas a combatir el cáncer de mama hayan disminuido 63% a lo largo del sexenio? El cáncer de mama se oculta detrás de las cortinas del pudor, el miedo y la inclemencia, tejiendo un sufrimiento que afecta a mujeres y a familias enteras.

En el país, durante 2022, murieron 7 mil 840 mujeres a causa del cáncer de mama. De estas pérdidas, 47% se concentró en el grupo etario de 45 a 64 años, mientras que 39% afectó a mujeres de 65 años en adelante, y 14% golpeó a mujeres entre los 15 y los 44 años. Además, durante ese mismo año, la Secretaría de Salud reportó un total de 20 mil 794 nuevos casos de esta enfermedad, 20% más que en 2021.

A pesar de que el porcentaje de personas en situación de pobreza ha disminuido, las dificultades persisten entre la población vulnerable de diferentes maneras, entre ellas, el acceso a instituciones de salud. En la actualidad, 50.4 millones de personas reportan tener carencias en el acceso a servicios de salud, lo que representa un aumento de 30 millones de personas en esta situación entre 2018 y 2022 de acuerdo con la ENIGH 2022. Además, las mujeres que reciben un diagnóstico de cáncer de mama luchan contra la burocracia de un sistema de salud fragmentado y la indiferencia de las autoridades que han preferido no mirar de frente a la enfermedad.

Las continuas modificaciones a las instituciones de salud pública, como el Seguro Popular, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y el IMSS-Bienestar, han generado desafíos en la prestación de servicios de salud críticos y que deben preocuparnos: la Secretaría de Salud reportó en 2022 un promedio de dos consultas al año por cada nuevo caso de este cáncer en mujeres, mientras que en 2019 y 2020, durante la pandemia, fueron de ocho y nueve, respectivamente.

Fuente: Elaboración IMCO con datos del Sistema de Información de la Secretaría de Salud y del Boletín Epidemiológico (Semana 52) del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud. Gráfico: La-Lista

El panorama no pinta para mejorar, en junio de 2023 el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) registró una bolsa de recursos disponibles de 35 mil 230 millones de pesos, la más baja desde 2015. Este fondo es operado por el Insabi y su importancia radica en que contiene al Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que ofrece servicios de salud que van desde medicina preventiva hasta tratamientos de alto costo para 66 enfermedades catastróficas, incluido el cáncer de mama.

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Que Fonsabi cuente con una cuarta parte de lo que tenía durante la operación del Seguro Popular (138 mil 940 millones de pesos) en 2019, su último año de funcionamiento, muestra que la atención de enfermedades graves no es una prioridad en la agenda. Los recursos destinados a la atención de padecimientos de alto costo en población no afiliada, como el cáncer de mama, se han esfumado paulatinamente.

Es urgente confrontar de lleno la cruda realidad del cáncer de mama en México. Las estadísticas son desoladoras: una crónica carestía de recursos, la falta de compromiso por parte de las autoridades de salud pública para proporcionar atención médica a quienes enfrentan esta enfermedad y los escasos esfuerzos en programas preventivos oscurecen este desafío.

 


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