Muere Romero Deschamps
Fue un hombre de claroscuros. Más oscuros que claros. Dirigente del sindicato de petroleros y avalado y amparado para todas sus pillerías, lo mismo por los gobernadores priístas que panistas y perdonado también por AMLO, de quien muchos pensaban que pasaría por la guillotina. Pero no, he allí que gozó de cabal salud desde que el presidente lo entronizó en aquel descabello a la antigua dirigencia de La Quina, a quien Salinas y Gutiérrez Barrios mandaron al cadalso. Cuando llegó la 4T, llena su persona de escándalos donde una de sus hijas, solo por mencionar algo, viajaba a Paris en vuelo privado con su coqueta perrita y su hijo gozaba de autos Ferrari de lujo, Carlos Romero Deschamps pensó que iría a la cárcel con AMLO. Pero no, este presidente ni cosquillas les hizo a esa camada, solo se llevó entre las piernas al abogado Juan Ramón Collado, abogado de Peña Nieto y de muchos picudos, y todo eso porque en una boda de su hija, Julio Iglesias le cantó un palomazo y allí estaba Peña Nieto quien, al otro día, al recibir el mensaje amenazante presidencial, partió al destierro como Porfirio Díaz, pero en jet privado, nada del Ipyranga. Cuando detuvieron a Collado, el dirigente petrolero iba con él y contó a sus allegados que pensó lo detenían. AMLO dejó intacta la cúpula del sindicato de Pemex, solo le pidieron al líder que ahuecara el ala, pero aun así dejó a su segundo, Ricardo Aldana Prieto, un colaborador eficiente de Romero Deschamps, nacido en esta Orizaba quien, a sus 69 años, lleva la fiesta en paz del sindicato más poderoso del país, después del de los maestros. Pues ya Romero Deschamps está confesando sus pecados y penas en la tierra. Y ya lo llevan a enterrar. Se cierra un capítulo de esos años donde el poder avasallaba todo, y sigue avasallándolo. Cuatro veces reelecto, en total estuvo 26 años al frente del sindicato petrolero, y dejó en octubre de 2019 la Secretaría General de la organización, en el cambio de la marea provocada por la política energética del presidente Andrés Manuel López Obrador y su supuesto combate a la corrupción. El presidente Andrés Manuel López Obrador deseó consuelo y resignación a los familiares y amigos de Carlos Romero Deschamps, exsecretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (SNTPRM), quien falleció a los 79 años de edad. En su conferencia mañanera de este viernes 20 de octubre en Palacio Nacional, López Obrador aseguró que a nadie se le debe de desear la muerte y no se debe de meter ni con las personas muertas pues “hay que respetarlos. Deseo consuelo y resignación a sus familiares y a sus amigos, porque a nadie se le debe desear la muerte. No hay que meterse ni con los finados ni con los enfermos, hay que respetarlos”, expresó en Palacio Nacional. Lo dice el Eclesiastés: “Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen ya ninguna recompensa, porque su memoria está olvidada”. Descanse en paz.
PEPE YUNES EN LA CAMARA
Ayer tarde, irrumpió el veracruzano Pepe Yunes Zorrilla (25 de septiembre de 1969, edad 54 años, Perote) gran conocedor de la economía, que de mucho le sirvieron sus estudios en el ITAM. Cuando toma la tribuna lo hace con solvencia, conocedor de los temas hacendarios, algo hablaba de eso cuando, de repente, lo interrumpieron sus colegas legisladores y comenzaron a gritarle: ¡Gobernador! ¡Gobernador!”, Pepe no dejó que siguiera la ola y comenzó a trazar su tema. Ha recorrido Veracruz por todo el estado y hace poco le hicieron una prueba en video que subieron al tik tok, para saber si conocía los 212 municipios y en que distritos estaban. Los mencionó a todos. Si el PRI y la Alianza van a liderar la candidatura, Pepe es uno de sus hijos preclaros, que iría por esa corona. Esperemos.
Por Gilberto Haaz Diez