Sheinbaum traza ruta diplomática para blindar el T-MEC frente a posibles cambios en EUA


Ante las declaraciones de Trump, la presidenta apuesta por una estrategia anticipada que combine diálogo firme y fortalecimiento de la integración regional.
En un contexto marcado por la incertidumbre electoral en Estados Unidos y las declaraciones del expresidente Donald Trump sobre una posible revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la presidenta Claudia Sheinbaum delineó la ruta de su gobierno para salvaguardar los intereses económicos y comerciales del país.
Desde Palacio Nacional, la mandataria enfatizó que su administración se prepara con anticipación para la revisión técnica del acuerdo prevista en 2026, pero sin caer en alarmismos frente a comentarios que, dijo, “no reflejan una posición oficial ni inmediata del gobierno estadounidense”.
“La política exterior debe conducirse con responsabilidad, y eso significa tener claro que el T-MEC no está en riesgo en este momento. Pero también implica estar listos para cualquier escenario futuro”, declaró Sheinbaum.
Una apuesta por la estabilidad regional
La presidenta reiteró que el tratado ha sido una herramienta fundamental para la estabilidad económica de México y la consolidación de su papel como socio prioritario de Estados Unidos. En 2024, México se posicionó como su principal socio comercial, con un volumen de intercambio superior a los 415 mil millones de dólares, superando incluso a China.
En este sentido, Sheinbaum subrayó que su gobierno seguirá impulsando la integración productiva regional en sectores clave como el automotriz, eléctrico y agroindustrial, al tiempo que se fortalecerán los mecanismos de cooperación trilateral para atender diferencias sin escalar tensiones.
Sheinbaum traza ruta diplomática para blindar el T-MEC frente a posibles cambios en EUA
Preparación técnica y visión de largo plazo
La Secretaría de Economía, según informó la mandataria, ya trabaja en una hoja de ruta para la revisión del tratado en 2026, que incluirá consultas con empresarios, sindicatos y especialistas. “Defenderemos los avances logrados, como la modernización laboral y la inclusión de empresas mexicanas en cadenas de valor norteamericanas”, dijo.
El flujo de inversión extranjera directa, que superó los 35 mil millones de dólares en el primer semestre del año, será uno de los principales argumentos del gobierno mexicano para mostrar los beneficios tangibles del acuerdo. Más de la mitad de esa inversión provino de socios del T-MEC.
Tono firme, pero abierto al diálogo
Respecto a las críticas de Trump, Sheinbaum adoptó un tono diplomático pero firme: “Si eventualmente hay propuestas de cambio, responderemos con claridad, con base en datos y en los intereses de nuestra nación. El T-MEC es un acuerdo entre tres países, no una decisión unilateral”.
Además, destacó que continúan los diálogos con funcionarios estadounidenses y canadienses sobre temas sensibles como el acero, productos agrícolas y las reglas de origen, en un marco de respeto y cooperación.
Una prioridad nacional
Al concluir, la presidenta reiteró que el T-MEC es una prioridad para su gobierno: “No solo es positivo, es indispensable para nuestro desarrollo. México está preparado para defenderlo con visión, estrategia y unidad”.