Sheinbaum llama a cerrar filas contra violencia misógina y destaca reto de garantizar justicia fiscal


La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aprovechó su conferencia de prensa matutina para lanzar un mensaje enfático contra la normalización de la violencia verbal misógina, luego de que el empresario Ricardo Salinas Pliego insultara públicamente a las periodistas Sabina Berman, Denise Dresser y Vanessa Romero por criticar su millonario adeudo fiscal.
Sheinbaum subrayó que no se trata de un simple intercambio de descalificaciones, sino de una forma de violencia de género que, de normalizarse, debilita el ejercicio de la libertad de expresión de las mujeres. “No está bien, no es normal, es violencia. Y particularmente es violencia contra las mujeres”, puntualizó, al recordar que su papel como la primera mujer presidenta del país implica visibilizar y confrontar este tipo de agresiones.
El llamado de la mandataria se extendió más allá de su investidura presidencial: pidió a la sociedad en su conjunto rechazar los insultos y discursos que degradan a las mujeres por opinar. “Cuando haya esta ofensa contra cualquier mujer, me corresponde levantar la voz para proteger a las mujeres de nuestro país. Pero creo que todas y todos debemos hacerlo”, afirmó.
La postura de Sheinbaum se da en medio de un entorno de polarización, donde voces críticas señalan la falta de sanciones claras ante la violencia digital y verbal que enfrentan periodistas y comunicadoras, mientras la mandataria reafirma su compromiso de que “nadie puede estar por encima de la ley”.
Sheinbaum llama a cerrar filas contra violencia misógina y destaca reto de garantizar justicia fiscal
En este sentido, Sheinbaum ligó la defensa de la libertad de expresión femenina con la necesidad de garantizar la justicia fiscal. Recordó que el litigio por más de 74 mil millones de pesos de Salinas Pliego lleva más de 16 años atorado en tribunales y ahora está en manos de la Suprema Corte de Justicia. “Lo importante es que haya justicia, sin acuerdos en lo oscurito ni influencias indebidas”, señaló, retomando el argumento de fondo de su impulso para reformar el Poder Judicial.
Para organizaciones feministas y de libertad de prensa, el posicionamiento de Sheinbaum sienta un precedente para exigir respeto y protección a periodistas, al tiempo que pone sobre la mesa la exigencia de resolver conflictos de interés y pagos fiscales pendientes, sin tolerar intimidaciones públicas.
Con este episodio, la presidencia envía una señal de que la violencia de género no puede disociarse de otros debates de interés nacional: la legalidad, la rendición de cuentas y el respeto irrestricto a la opinión crítica, elementos que —subraya Sheinbaum— deben sostenerse más allá de las diferencias políticas.