Sheinbaum defiende la elección del Poder Judicial como un avance democrático


En el marco de la inauguración de la ampliación de la carretera Bavispe-Nuevo Casas Grandes, en Sonora, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó la trascendencia histórica de la próxima elección del Poder Judicial, en la que los ciudadanos podrán elegir a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Sheinbaum enfatizó que este proceso convertirá a México en “el país más democrático del mundo”, al permitir que el pueblo tenga injerencia directa en la composición de los tres poderes del Estado. “Si la democracia es el poder del pueblo, eso quiere decir que vamos a ser el país más democrático del mundo porque vamos a elegir a los tres poderes”, declaró.
La presidenta señaló que, históricamente, el Poder Ejecutivo y el Legislativo han sido elegidos por el pueblo, mientras que el Judicial ha quedado en manos del Senado y de los propios ministros de la Corte. Con esta reforma, Sheinbaum aseguró que se estará fortaleciendo la democracia y acercando la justicia a la ciudadanía.
El Instituto Nacional Electoral (INE) informó que 3 mil 422 personas serán elegibles para estos comicios, en los que se definirán 881 cargos federales. La campaña electoral, que inició este domingo y concluirá el 28 de mayo, se desarrollará sin financiamiento público, permitiendo que los candidatos utilicen recursos propios con topes establecidos por el INE.
Sheinbaum defiende la elección del Poder Judicial como un avance democrático
Sin embargo, el proceso también ha generado críticas y preocupaciones. Diversos sectores de la oposición, organismos internacionales y asociaciones civiles han manifestado inquietudes sobre una posible intromisión del Ejecutivo y del crimen organizado en la selección de los jueces, lo que podría comprometer la independencia judicial.
Por otro lado, la Iglesia católica mexicana exhortó a los ciudadanos a informarse sobre los candidatos antes de emitir su voto, mientras que el INE emitió restricciones para que los Gobiernos federal, estatal y municipal, así como funcionarios públicos y ministros de culto, se abstengan de promover la participación ciudadana en la elección.
Con esta reforma histórica, el debate sobre el equilibrio entre la participación ciudadana y la independencia de los poderes continúa, marcando un momento clave en la transformación política y judicial de México.