Plantón magisterial sacude el corazón de la CDMX


Entre la exigencia de justicia laboral y el impacto económico en el Centro Histórico
La megamarcha convocada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el inicio de un plantón indefinido en el Zócalo capitalino han reavivado el debate sobre los derechos laborales del magisterio y los efectos colaterales de estas movilizaciones en la vida económica y social del Centro Histórico de la capital.
Aunque la convocatoria nacional esperaba más de 50 mil asistentes, alrededor de 10 mil maestras y maestros de las secciones 9, 10, 11 y 60 se concentraron el pasado 15 de mayo en el marco del Día del Maestro. Las consignas no fueron nuevas, pero sí urgentes: abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, desaparición de la USICAMM, un aumento salarial del 100% y mayor inversión pública en educación y salud.
El plantón, instalado desde la madrugada y extendido por calles como República de Cuba, Palma y parte de Madero, ha generado complicaciones para el libre tránsito, afectando a negocios establecidos que dependen del flujo peatonal. “La clientela bajó casi a cero. No hay paso, no hay ventas. Muchos turistas se regresaron al ver todo cerrado”, denunció Jaime Rojas, dueño de una óptica en la calle Palma.
Plantón magisterial sacude el corazón de la CDMX
Pese al incremento salarial del 9% anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum, los maestros lo consideran insuficiente. “No alcanza ni para la canasta básica”, reclamó Francisco Bravo, exlíder magisterial, al tiempo que otros integrantes de la CNTE anunciaron que el plantón permanecerá hasta lograr una mesa de negociación con las nuevas autoridades.
Mientras tanto, otros sectores del sindicato magisterial se han desmarcado del paro nacional. Secciones como la 28 del SNTE y una parte de la Sección 14 de Guerrero optaron por mantenerse al margen, al igual que la Sección 18 de Michoacán, la cual, aunque no se sumó a la huelga, mantiene su propia jornada de movilización. Su dirigente, José Luis Castillo Ferrell, pidió una interlocución directa con Claudia Sheinbaum y funcionarios entrantes, con exigencias que van desde la eliminación de las Afores hasta la renuncia del actual líder sindical Alfonso Cepeda.
La protesta magisterial vuelve a poner en primer plano la tensión entre el derecho a la protesta y el impacto sobre el tejido urbano y comercial de la Ciudad de México. “Apoyamos la causa, pero también vivimos de esto. No hay ventas, no hay ingresos, y nadie nos compensa las pérdidas”, expresó una vendedora de dulces típicos en la Plaza de la Constitución.
A medida que las carpas y lonas ocupan más calles, el pulso entre maestros y gobierno se agudiza, dejando entrever que, en esta lucha por los derechos laborales, los efectos rebasan los límites de las aulas y llegan hasta la economía callejera y la vida cotidiana de miles de capitalinos.