El IMSS transforma vidas de niñas y niños con cáncer gracias a su programa de trasplantes de células madre


El caso del pequeño Germán, sobreviviente de leucemia, refleja el impacto de una estrategia médica que va más allá de los números
A sus cuatro años, Germán ya sabe lo que es luchar por la vida. Diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda de alto riesgo, este pequeño originario de Tapachula, Chiapas, recibió una segunda oportunidad gracias al programa de trasplante de células troncales hematopoyéticas (CTH) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), una estrategia médica que no solo ha salvado vidas, sino que ha devuelto esperanza a cientos de familias.
En 2024, el IMSS realizó 403 trasplantes de este tipo y en lo que va de 2025 ya ha llevado a cabo 146 procedimientos. La meta es superar los 500 este año, en beneficio de niñas y niños con leucemias agresivas o con alta posibilidad de recaída.
“El 16 de enero de este año fue el día del trasplante. Mi hija de siete años fue la valiente donadora. Hasta hoy, Germán sigue muy bien”, relata con emoción Lidia Monzón, madre del menor. Su testimonio es apenas uno de los muchos que dan cuenta del trabajo multidisciplinario que realiza el Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, donde opera la Clínica de Leucemias y Trasplante de CTH.
La doctora Lourdes Gutiérrez Rivera, oncóloga pediatra y responsable de la clínica, explica que este tipo de trasplante es fundamental para tratar cánceres infantiles complejos como la leucemia, los linfomas y otros tumores sólidos. “Es una terapia celular que permite reconstituir el sistema sanguíneo, mediante células madre obtenidas de médula ósea, sangre periférica o incluso del cordón umbilical”, detalló.
El IMSS transforma vidas de niñas y niños con cáncer gracias a su programa de trasplantes de células madre
El proceso es largo y altamente especializado. Inicia con la evaluación del paciente, que puede vivir en cualquier parte del país. Gracias a la tecnología, muchos de estos estudios se realizan de forma virtual. Posteriormente, se identifica al donador compatible –usualmente un familiar cercano– y se inicia el protocolo de acondicionamiento, con quimio o radioterapia.
El trasplante implica la intervención de más de 50 profesionales de distintas áreas médicas, desde neumólogos y gastroenterólogos hasta nutricionistas, infectólogos, enfermeros, técnicos y personal paramédico. “Nuestro objetivo es que los pacientes ingresen en la etapa de remisión, cuando hay mayores probabilidades de éxito”, indicó la especialista.
Desde la reapertura del programa en octubre de 2021, tras la pandemia de COVID-19, el Hospital de Pediatría del CMN Siglo XXI ha realizado 38 trasplantes, y la mayoría de las niñas y niños tratados continúan con buen pronóstico y seguimiento médico constante.
Para madres como Lidia, la experiencia fue desgastante, pero también profundamente humana: “No sabíamos si íbamos a salir adelante, pero el IMSS nos apoyó en todo, incluso con los viáticos. Germán está vivo gracias a este equipo. Para mí, las doctoras de trasplantes son ángeles”.
Este tipo de programas representa una esperanza tangible para muchas familias que enfrentan el cáncer infantil. Más allá de las cifras, cada trasplante es una historia de vida recuperada.