Congreso de la Unión rechaza rotundamente impuesto del 5% a remesas


En un hecho sin precedentes, el Congreso de la Unión en México rechazó rotundamente la propuesta legislativa de Estados Unidos de imponer un impuesto del 5% a remesas, una medida que desató polémica a nivel internacional. Esta decisión legislativa representa un firme respaldo a los millones de mexicanos que dependen del dinero que sus familiares en el extranjero envían mes con mes para sobrevivir.
¿Por qué se propuso un impuesto del 5% a remesas?
El congresista estadounidense Jason Smith fue quien presentó la polémica propuesta, buscando añadir un impuesto del 5% a remesas enviadas por migrantes a sus países de origen. Esto se sumaría a un impuesto previo del 20%, lo cual aumentaría significativamente la carga económica para quienes ya luchan con condiciones laborales difíciles en el extranjero.
Una postura firme desde la Cámara de Diputados
La Cámara de Diputados de México actuó con rapidez y contundencia. A través de un comunicado firmado por el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Dan Lázaro, y los líderes parlamentarios de diversos partidos, se calificó esta iniciativa como “injusta y discriminatoria”.
Los diputados afirmaron que la propuesta atenta contra la dignidad de los migrantes mexicanos. “Es un atentado contra la dignidad de nuestras y nuestros paisanos migrantes que trabajan en aquel país”, señalaron con firmeza.
En esta defensa de los derechos migrantes participaron figuras como Ricardo Monreal, Rubén Moreira, Elías Lixa, Ivonne Ortega, Reginaldo Sandoval y Carlos Puente. Todos coincidieron en que los trabajadores migrantes no deben ser penalizados, sino reconocidos por su aporte tanto a la economía mexicana como estadounidense.
Impacto económico y social de gravar las remesas
Imponer un nuevo tributo tendría efectos devastadores en la economía de miles de hogares. Las remesas son, para muchas comunidades rurales y urbanas, la principal fuente de ingresos. Un impuesto del 5% a remesas disminuiría el poder adquisitivo de estas familias, agravando las condiciones de pobreza y marginación.
Finalmente, los legisladores mexicanos hicieron un llamado al gobierno estadounidense para optar por el diálogo en lugar de medidas punitivas. La carta enviada solicita la cancelación inmediata de la propuesta, abogando por el respeto, la cooperación y el entendimiento mutuo.
“Las personas migrantes no son criminales. Hacen un gran esfuerzo por mantener a sus familias”, recalcaron los coordinadores parlamentarios, aludiendo al impacto positivo de los migrantes en ambas economías.
La iniciativa del congresista Jason Smith representa más que un tema fiscal; es un símbolo de exclusión y desprecio hacia las comunidades migrantes. En lugar de construir puentes de cooperación, se levantan barreras de desigualdad. Este tipo de medidas amenazan con fracturar las relaciones diplomáticas y agravar el sentimiento antiinmigrante en Estados Unidos.