Sedeculta capacita a bordadoras mayas como instructoras en este arte textil


Por La Chispa
Con profundo orgullo y compromiso por el legado cultural, La Chispa te informa que esta capacitación forma parte del proyecto de certificación de bordadoras maya yucatecas como profesionales de esta práctica cultural e identitaria.
Esta labor, impulsada por Sedeculta y la UNESCO, representa un paso firme hacia la profesionalización y preservación del arte textil tradicional del estado.
Certificación de bordadoras maya yucatecas: un hito sin precedentes
Con el objetivo de continuar la certificación de las bordadoras maya yucatecas como profesionales de esta práctica artesanal, la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) del Gobierno del Estado, en colaboración con la UNESCO, ha iniciado el Taller de Formación para Instructoras del Arte Textil en las instalaciones del Gran Museo del Mundo Maya.

Las participantes en este taller aprenderán cómo desarrollar y aplicar métodos de enseñanza que les permitirán adaptar los saberes acumulados durante generaciones para convertirse en maestras bordadoras que puedan enseñar a otras mujeres y hombres esta práctica artesanal que forma parte de la identidad y herencia cultural de nuestra región.
Talleres con visión: enseñar para preservar
Con este taller se da continuidad al proceso de certificación de las y los artesanos de Yucatán que inició en diciembre de 2024 en un acto sin precedente en el país con la entrega de certificados —emitidos a través del ICATEY por gestión de la Sedeculta— a más de 200 bordadoras y bordadores de manos del Gobernador Joaquín Díaz Mena, quien se comprometió a continuar con este proyecto que se incluye en el Plan de Salvaguarda del Bordado Maya Yucateco.
Durante la inauguración del taller, la titular de la Sedeculta, Patricia Martín Briceño, destacó el trabajo de las artesanas yucatecas que “viene de generaciones atrás y que es un orgullo ver cómo lo siguen transmitiendo con tanto amor y dedicación”.
Enseñar con el corazón, bordar con el alma
Explicó que este taller es una oportunidad para “aprender, compartir y prepararse para enseñar a otras compañeras. Es parte de un esfuerzo más grande para que el bordado siga vivo, fuerte, y sea cada vez más valorado y reconocido”.
Martín Briceño aseguró que desde la Sedeculta existe la firme intención de continuar avanzando con las y los artesanos, apoyando de forma permanente su trabajo y proporcionándoles las herramientas necesarias para que sigan desarrollándose y puedan compartir sus saberes.
Apoyo internacional y alianzas clave
Asimismo, aprovechó para agradecer el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para Educación y la Cultura (UNESCO) y del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Yucatán (ICATEY), así como al equipo de la Dirección de Museos y Patrimonio de la Sedeculta para hacer posible este espacio de aprendizaje compartido.
Por su parte, el especialista en Patrimonio Cultural e Inmaterial de UNESCO en México, Salomón Bazbaz Lapidus, destacó que este taller es un proyecto único en su tipo en el país, al igual que el Plan de Salvaguardia del Bordado Maya Yucateco.
“No hay nadie que lo esté haciendo en ninguna otra parte del país, y que haya una organización comunitaria tan importante como las bordadoras, apoyadas por el Gobierno del Estado es algo que no tiene comparación”.
Avances reales en la profesionalización del arte textil
Consideró que se trata de un gran logro de la Sedeculta que parte de un proceso extraordinario porque convierte en práctica y en un hecho mucho de lo que en teoría se había avanzado para respaldar el trabajo de las y los artesanos en sexenios pasados.
En los últimos dos años, expuso, se trabajó en la creación de un inventario de las comunidades de bordadoras y bordadores, así como en la creación del Plan de Salvaguardia y en otros programas de capacitación en las comunidades.
“La idea es que todas las personas que participen salgan de este taller con las herramientas necesarias para compartir sus saberes y podamos así certificar a más artesanas y artesanos en los diferentes municipios”, expresó Bazbaz Lapidus.
Más allá del hilo y la aguja: impacto social y económico
Además del valor patrimonial, este proceso de certificación de bordadoras maya yucatecas también impulsa la economía local, genera oportunidades educativas y fortalece la autoestima de cientos de mujeres que ven su conocimiento ancestral reconocido oficialmente. El bordado maya yucateco ya no es solo arte: es identidad, sustento y orgullo profesional.
De maestras a multiplicadoras
Una de las metas clave del programa es que las nuevas instructoras se conviertan en formadoras de futuras generaciones.
Esto crea una red de transmisión del conocimiento que asegura la continuidad de esta tradición, aún frente a la modernidad y el abandono de oficios tradicionales. Este modelo de enseñanza entre pares está sirviendo como ejemplo para otros estados del país.
Reconocimiento y esperanza
El compromiso de Sedeculta con este proyecto está generando un movimiento de reconocimiento hacia las bordadoras, quienes por años han mantenido viva una técnica única en el mundo. Cada puntada se convierte en símbolo de lucha, cultura y futuro.