Resurge ilegal explotación del pepino de mar, ante endeble protección

-Reta crimen organizado al Estado por explotación del Pepino de mar
-A pesar de la veda permanente que decretó el gobierno de México desde 2013, continúa su extracción clandestina y criminal del invertebrado en el lecho marino
-Costas de Celestún y de toda la entidad, infestadas de bandas de criminales acuáticos.
-Hace unos días fuerzas federales y estatales capturaron a tres depredadores
Los mares y zonas costeras de la península, es especial las pertenecientes al estado de Yucatán, están en la mira del crimen organizado, quienes ahora extraen de manera ilícita, cientos de kilos de Pepino de mar, lo que pone en riesgo la cohesión social y la gobernanza local, lo que debilita el estado de derecho y a su vez, disminuyen los ingresos fiscales potenciales para el Estado, tanto a nivel federaL, estatal y municipal, por lo que es urgente implementar otras medidas independientemente de su protección legal.
La exportación clandestina del invertebrado ya provoca en el ámbito social y económico, crisis entre las comunidades pesqueras y sus agrupaciones, quienes desde hace años son tradicionales guardianes de los recursos marinos; pero ahora, ante la penetración del crimen organizado en sus localidades, ya generan discordia y conflictos entre ellas, además de inseguridad y pérdida de medios de subsistencia.
Conforme a especialistas del tema, entre ellos Abigail Bennett; catedrática de la Universidad Estatal de Michigan, EUA, la introducción de capital delictivo en la compra de Pepino de mar, ha dejado capacidad de pesca ociosa y mano de obra disponible, que se puede redirigir a otras actividades ilegales, lo que multiplica los problemas para la gestión legal y la conservación de otras especies.
YUCATÁN PELIGRA
La situación de los Pepinos de mar revela cómo el crimen organizado puede transformar especies desconocidas en recursos estratégicos y cómo la presión del mercado global amenaza la sustentabilidad marina. De acuerdo a autoridades tanto de México como de otras partes del mundo, un kilo de Pepino de Mar se cotiza en varios cientos de dólares en el mercado asiático, sin embargo aquí a los pescadores, los criminales solo les pagan unos cientos de pesos por cada kilo. Es decir les pagan menos de la décima parte, de ahí lo suculento que les resulta comercializar ilegalmente con esta especie a los barones del crímen organizado.
En Yucatán, el colapso ha sido tan severo que la pesquería permanece cerrada, sin que existan aún respuestas suficientes para revertir el daño, puntualizó Abigail Bennett, quién agregó que la cruda realidad del Pepino de mar ilustra que la lucha contra el narcotráfico involucra más que drogas: se extiende a los océanos y los ecosistemas, comprometiendo el futuro de la biodiversidad y la seguridad de las comunidades costeras.
SIGUE LA VEDA EN YUCATÁN, ESTE 2025, OTRA VEZ NO HABRÁ TEMPORADA DE CAPTURA DE PEPINO DE MAR.
Continúa la veda permanente que se decretó por el gobierno federal desde 2013. Esta medida se implementó tras la llamada “fiesta del Pepino” y busca proteger la especie. Mientras tanto, científicos están desarrollando tecnologías para cultivar pepino de mar y así disminuir la presión de la pesca ilegal, según Zona Docs. La veda permanente en Yucatán significa que no se permite la pesca comercial de Pepino de mar. La razón principal es la sobreexplotación de la especie, lo que llevó a una disminución drástica de sus poblaciones.
El objetivo de la veda es permitir que las poblaciones se recuperen y asegurar la sostenibilidad de la actividad pesquera a largo plazo. A pesar de la veda, la investigación científica y el monitoreo ambiental del pepino de mar están permitidos. Además, el gobierno mantiene la posibilidad de reevaluar la medida en función de los resultados que indiquen una recuperación efectiva de la especie.
En otras regiones de México, como Baja California, también se están realizando esfuerzos para controlar la pesca ilegal de pepino de mar y proteger los ecosistemas marinos. La pesca ilegal no solo afecta a la especie, sino que también altera los ecosistemas marinos y puede tener consecuencias negativas para la pesca y la protección natural contra la acidificación oceánica. En resumen, en Mérida y en todo Yucatán, el 2025 marcará otro año de veda para el pepino de mar, mientras se busca una solución sostenible para su manejo y conservación, según Zona Docs.
DESCOMPOSICIÓN SOCIAL: UNAM
Estudios de campo realizados por especialistas de la UNAM, revelan que el pepino de mar es considerado como importante por las comunidades pesqueras, sin embargo, su visión de los hombres del mar, demostró un mayor peso hacia lo comercial que a la importancia como un Bien Común.
Por eso desde hace una década, propusieron realizar campañas de concientización del recurso y fomentar la protección del equinodermo por parte de la comunidad, para que con esto, puedan dar el valor ecológico al Pepino de mar y sea visto como un recurso biológico del que depende la vida de la humanidad, formando parte de las reservas de peces. Dentro de las propuestas para encauzar un mejor manejo de la pesquería es organizar a la comunidad pesquera en una asociación, quizás las más indicada sea una asociación civil, donde se establezcan como ejes rectores los principios institucionales, si bien no se trata de insertarlos de manera forzosa si de darlos a conocer y que sea la misma comunidad que los adopte para poder contar con los ejes rectores a la hora de la convivencia.
De tal forma, ya podríamos hablar de una fuerza política para participar en las decisiones de la pesquería, sumando que esta asociación deberá integrar a todas las pesquería del puerto para que se observe al bien común de mayor relevancia del lugar, el mar, puesto que si no se ataja de manera integral el problema, lo que está ocurriendo con el pepino de mar, podrá ocurrir con otras pesquerías.
Lo anterior dentro del Vigésimo Encuentro Nacional sobre Desarrollo Regional en México, organizado por la AMEDICIR.CRIM.UNAM .donde los especialistas Alvaro Segura Talango y Alfonso Munguía Gil, quienes en su tesis propusieron que se requiere llevar información diversa a las comunidades para que se pueda impulsar un cambio hacia la comprensión e importancia de practicar las diversas actividades de conservación, basándose en el eje rector der la sustentabilidad ambiental.
“En realidad no podemos seguir criticando, tenemos que actuar y poner en práctica nuestros conocimientos al servicio de la sociedad y encontrar la manera en que sea posible un mejor mundo.
DECRETO PROTECCIONISTA
El gobierno mexicano estableció en 2013 una veda permanente para la pesca de pepino de mar con el objetivo de proteger a esta especie ante la sobreexplotación observada en las costas nacionales, principalmente en la Península de Yucatán.
La decisión respondió al marcado declive de las poblaciones naturales registrado en años previos, impulsado por el creciente comercio internacional de la especie, utilizada principalmente en la gastronomía asiática.
En mayo de 2013, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), publicó el acuerdo que decretó la suspensión indefinida de las actividades de pesca, extracción y aprovechamiento del pepino de mar (Isostichopus badionotus y Holothuria floridana), fundamentando la medida en estudios científicos que reportaban “una drástica disminución de los bancos naturales del pepino de mar en la región”.
La medida desde hace 12 años, busca proteger a la especie Isostichopus badionotus y Holothuria floridana, cuya población cayó a menos del 10% en áreas clave, es decir en la zona costera de la península yucateca.Entre los argumentos principales, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural advirtió que: “la elevada explotación de este recurso pesquero pone en riesgo la viabilidad biológica de las poblaciones, por lo que es necesario instrumentar medidas de manejo más estrictas, incluyendo la prohibición permanente de su captura”.
En voz de Mario Aguilar Sánchez, entonces titular de Conapesca, la postura oficial se patentó en los siguientes términos: “la veda permanente busca garantizar la recuperación de la especie y evitar su extinción regional, frente a una presión pesquera sin precedente”. El anuncio involucró a los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, donde se localiza el hábitat principal de estos equinodermos.
La estrategia no sólo implicó la prohibición de su captura, sino también la intensificación de operativos de vigilancia en costas y puntos de comercialización.
“La pesca furtiva afecta gravemente a los ecosistemas marinos y a la economía local”, mencionó Aguilar Sánchez, reconociendo los retos para contrarrestar el tráfico ilegal del pepino de mar, considerado un producto de alto valor en el mercado extranjero.
En su momento, el pronunciamiento de organizaciones ambientalistas también subrayó la gravedad de la situación. Un portavoz de la organización Defenders of Wildlife indicó que “la veda permanente en México era una medida urgente y necesaria para detener el saqueo y el comercio ilegal del pepino de mar, uno de los recursos más vulnerables en nuestros litorales”.
COLAPSO SOCIAL
La explotación clandestina del pepino de mar en Yucatán ha provocado el colapso ecológico y social en comunidades pesqueras mexicanas de acuerdo a dichos especialistas.Originario de los fondos arenosos y ricos en biodiversidad de los mares mexicanos, el pepino de mar es considerado un manjar y un ingrediente valioso en la medicina tradicional china.El poderoso invertebrado que fortalece los huesos, previene diabetes y da sensación de saciedad para bajar de peso, es un habitante discreto del fondo marino que, debido a su valor culinario, se ha convertido en el centro de una crisis ambiental, social y de seguridad en México, pues desde hace más de una década, se traficar con la especie.
Esto como se precisó por especialistas está provocando el colapso de las poblaciones en la península de Yucatán y ha encendido las alarmas sobre el alcance del crimen organizado en los recursos naturales del país.
Proteger a los Pepinos de mar plantea desafíos complejos debido a la extensión de las áreas costeras, la falta de recursos para vigilancia y los escasos medios tecnológicos en comunidades pesqueras dificultan la fiscalización de la pesca.
Según el estudio, el interés de grupos delictivos, incluso con la presencia de leyes y regulaciones, supera la capacidad de respuesta de las autoridades locales y federales.
Por si fuese poco, el Pepino de mar carece del carisma que motiva campañas de conservación globales.
El conservacionista marino Phelps Bondaroff, dice que a diferencia de los pandas o las focas, resulta difícil convencer al público sobre la necesidad de proteger a una especie que muchos ni siquiera imaginan como animal. Esta escasa visibilidad limita el apoyo social y político hacia medidas de protección más estrictas.
Según Meredith Gore, del departamento de Ciencias Geográficas de la Universidad de Maryland, la afectación no sólo recae en la biodiversidad; las estrategias de prevención enfocadas en la comunidad pueden reducir el daño en pescadores y especies.
Las organizaciones de conservación y los institutos de investigación insisten en que la solución requiere coordinación internacional, fortalecimiento de la vigilancia, acceso a tecnologías de monitoreo y educación pública para valorar la importancia ecológica y económica del pepino de mar.
La desaparición del Pepino de mar, cabe destacar que altera los ecosistemas marinos y afecta la pesca y la protección natural contra la acidificación oceánica. Desde hace más de una década, la demanda ha crecido a la par de los precios internacionales: un kilogramo puede alcanzar cientos de dólares en los mercados de Hong Kong, como ya se precisó. Este atractivo económico convirtió al Pepino de mar en una presa codiciada para el narcotráfico y bandas criminales, que encontraron en la extracción y comercio ilegal un negocio lucrativo de bajo riesgo y alta recompensa.
Las especies de Pepino de mar, lentas y sin mecanismos de defensa, resultan fácilmente extraíbles en grandes cantidades, sobre todo fuera de temporada o sin los permisos requeridos.
Recogerlos en el fondo del mar no exige equipos sofisticados ni grandes inversiones, lo que facilita su pesca furtiva en amplias zonas y dificulta el control por parte de las autoridades.
De acuerdo con el reciente estudio de un equipo internacional encabezado por Teale N. Phelps Bondaroff, director de OceansAsia, y Abigail Bennett, profesora asistente en la Universidad Estatal de Michigan, se documentó la gravedad de la crisis.
La investigación rastreó los principales decomisos y eventos relacionados con la pesca y tráfico ilegal de pepinos de mar en México entre 2011 y 2021. Durante ese periodo, las autoridades mexicanas e estadounidenses incautaron más de 100.6 toneladas, cuyo valor estimado supera los 29.5 millones de dólares.
El exceso de extracción y el auge del tráfico desmantelaron los equilibrios ecológicos, ya que los pepinos de mar cumplen funciones clave en el ciclo de nutrientes y la salud de los ecosistemas marinos, pues se encargan de remover sedimentos, reducir la carga orgánica y generan un ambiente propicio para que prosperen otras especies.
Por ello, la desaparición de estos animales altera la dinámica marina y crea efectos en cadena que afectan la biodiversidad, la pesca y la protección natural contra la acidificación de los océanos.
En el ámbito social, comunidades pesqueras de Yucatán, tradicionales guardianes de los recursos marinos, enfrentan ahora conflictos, inseguridad y pérdida de medios de vida.
Según Abigail Bennett, la introducción de capital delictivo en la compra de pepino de mar ha dejado capacidad de pesca ociosa y mano de obra disponible, que puede redirigirse a otras actividades ilegales, lo que multiplica los problemas para la gestión legal y la conservación de otras especies.
La situación de los pepinos de mar revela cómo el crimen organizado puede transformar especies desconocidas en recursos estratégicos y cómo la presión del mercado global amenaza la sustentabilidad marina. En Yucatán, el colapso ha sido tan severo que la pesquería permanece cerrada, sin que existan aún respuestas suficientes para revertir el daño.
La realidad del pepino de mar ilustra que la lucha contra el narcotráfico involucra más que drogas: se extiende a los océanos y los ecosistemas, comprometiendo el futuro de la biodiversidad y la seguridad de las comunidades costeras.
MITOS Y REALIDADES
El producto asegurado corresponde al Pepino de mar, una especie marina de alto valor comercial, especialmente en mercados asiáticos, donde es considerado un manjar y se le atribuyen propiedades medicinales y afrodisíacas. Su uso más común es en la gastronomía, donde se consume seco o fresco en sopas, guisos y otros platillos.
Sin embargo, debido a la sobreexplotación y la drástica disminución de sus poblaciones a nivel global y en México, el pepino de mar se encuentra actualmente en veda permanente. Esto significa que su captura, transporte y comercialización están prohibidos por ley en el país, ya que es una especie protegida cuya conservación es crucial para mantener el equilibrio de los ecosistemas marinos.
Su rol es fundamental en el fondo marino, actuando como «limpiadores» al alimentarse de detritos y materia orgánica, lo que ayuda a reciclar nutrientes y mantener la salud de los sedimentos.
CAPTURAN A TRES DEPREDADORES DE PEPINO DE MAR
Durante un operativo de vigilancia a mediados de este mes de julio, fueron sorprendidos en altamar con las neveras repletas de la especie en veda permanente, tres hombres, quienes fueron detenidos en altamar, frente a la costa yucateca. Lo anterior producto de, un operativo conjunto que involucró a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y la Secretaría de Marina (Semar). Durante un patrullaje de vigilancia, las autoridades detectaron la embarcación y, tras una inspección, el personal de Conapesca confirmó la presencia de especies protegidas.
Los detenidos fueron identificados como E.L.C. de 33 años y originario de Yucatán, y M.H.L., de 33 años, junto con A.G.L., de 46 años, ambos procedentes de Campeche.
La embarcación, una nave de 26 pies de eslora con motor fuera de borda marca Yamaha y sin matrícula visible, también fue asegurada. Las diligencias correspondientes han sido turnadas a la autoridad competente para el seguimiento legal del caso.El aseguramiento realizado la víspera, no es un caso aislado, pues apenas el pasado 23 de junio al menos ocho pescadores a bordo de dos embarcaciones fueron detenidos en altamar por autoridades federales y estatales, debido a su presunta participación en prácticas de pesca furtiva.
El operativo marítimo se llevó a cabo frente a las costas de Celestún, donde fueron interceptadas dos lanchas de tipo realzada de 26 pies de eslora (7.9 metros de longitud), cuyos tripulantes presuntamente habrían capturado especies en veda. Además de esta irregularidad, los tripulantes transportaban un compresor y un tanque de aire, instrumentos prohibidos por la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables.La pesca furtiva, como la detectada en este operativo, representa una amenaza directa a su supervivencia y al ecosistema marino en su conjunto.