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ORACIÓN “¡PADRE SANTÍSIMO! ¡ÁBRE LOS OJOS DEL ESPÍRITU A NUESTROS HERMANOS Y AMIGOS!”

ORACIÓN “¡PADRE SANTÍSIMO! ¡ÁBRE LOS OJOS DEL ESPÍRITU A NUESTROS HERMANOS Y AMIGOS!”

ORACIÓN “¡PADRE SANTÍSIMO! ¡ÁBRE LOS OJOS DEL ESPÍRITU A NUESTROS HERMANOS Y AMIGOS!”

Padre Maravilloso: ¡Te presentamos nuestros cordiales saludos matinales! Traemos a Tu presencia a todos nuestros amigos y hermanos que luchan, pero no con la intensidad debida por el desconocimiento de Tu Divina Palabra. Muchos nos escriben de sus recaídas y de sus entrampamientos por fuerzas oscuras que les han cerrado todo acceso a Tu Divina Presencia y les han hecho creer que, Tú ya no los escuchas, que ya no atiendes sus súplicas, que ya Te olvidaste de ellos y que su oración es vana. ¡Pobres de ellos! Hoy Te presentamos una ferviente súplica por todos estos hermanitos y amigos que sufren desesperadamente y anhelan Tu protección.

En estos momentos reafirmamos que, quienes hemos sido consagrados TEMPLOS VIVIENTES DE TU DIVINIDAD, Te contemplamos en nuestro cielo interior y contemplándote con nuestros ojos del espíritu, hacemos esta confesión sincera:

“Quienes habitamos al abrigo de Ti, oh Dios Altísimo, nos acogemos a Tu sombra, oh Dios y Padre Todopoderoso. Te proclamamos: «¡Tú eres nuestro refugio, nuestra fortaleza y el Único Dios en quien confiamos!” Y fieles a esta profesión de fe, oh Padre Santísimo, intercedemos por estos hermanos nuestros que se sienten debilitados en extremo y requieren Tu pronta protección. ¡Envía, por favor, legiones de ángeles que los consuelen, que los protejan y que los libren de tantas ataduras, porque, SOLO TÚ, PADRE BENDITO,

¡PODRÁS HACER MUCHO POR ELLOS Y LES OTORGARÁS TU DIVINA PROTECCIÓN REINSTALÁNDOLOS EN TU REGAZO DE AMOR REGENERATIVO Y BAJO TU MANTO PROTECCTOR!

¡Tú eres el único que puedes librarlos de las trampas del cazador infernal y de sus mortíferas plagas! ¡Tú, los puedes cubrir con Tus plumas y en Tus alas ellos encontrarán refugio seguro! Ellos comprenderán desde ahora que TU VERDAD será su escudo y su baluarte y no temerán a ninguna hora ni a los terroristas más sanguinarios, ni las balas perdidas, ni la peste salida de las sombras de los malvados y ni siquiera a las plagas que destruyen en pleno día.

¡Permíteles, que vean caer mil personas a su izquierda y diez mil a su derecha, sin que ellos y los suyos sean afectados!

¡Ábreles los ojos del espíritu para que vean cómo los impíos y sanguinarios reciben su merecido!
A partir de ese momento, todos nuestros amigos en Ti pondrán su refugio y Tú serás su protección. Ya ningún mal les sobrevendrá y ninguna calamidad llegará a sus hogares.

Ahora, Tú mismo exclamas, oh Dios y Padre maravilloso: «Yo los libraré, porque ellos se acogen a mí; los protegeré, PORQUE RECONOCEN MI NOMBRE. Me invocarán, y yo les responderé; estaré con ellos en momentos de angustia; los libraré y los llenaré de honores. Los colmaré con muchos años de vida y les haré gozar de mi salvación.»

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¡Muchas gracias, Padre Bendito! Sabemos que ellos y nosotros, contamos con Tu bendición paternal y amorosa; con Tu protección y con todos Tus favores. Nos da mucho gusto saber que, a partir de hoy, muchos de ellos se alegrarán y se verán a salvo.

Padre Bendito y Misericordioso: ¡Nadie puede brindar ese cariño paternal y divino! ¡Bendícenos con todos nuestros hermanos y amigos! Amén.

P. Cosme Andrade Sánchez+
Salmo 91


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