¡Justicia social! Yucatán da pensión universal a personas con discapacidad
Por La Chispa
Con la entrega de tarjetas, la Pensión universal para personas con discapacidad en Yucatán se consolida como una realidad histórica. Esta medida beneficia a más de 31 mil personas, asegurándoles un ingreso bimestral de 3,200 pesos, permanente y digno.
La pensión universal para personas con discapacidad en Yucatán: Una medida histórica
Más de 31 mil yucatecos ya reciben este apoyo
Con esta acción, el Gobierno de Joaquín Díaz Mena cumple con uno de sus compromisos más importantes: convertir la pensión en un derecho universal, no condicionado por edad, y que impacte directamente en la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
Esta iniciativa responde al Convenio para la Universalidad de la Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, firmado con el Gobierno de México.
Gracias a este acuerdo, Yucatán destinará más de 80 millones de pesos anuales para que ninguna persona con discapacidad quede excluida.
Un acto de justicia social: más allá de una tarjeta
Autonomía, esperanza y transformación familiar
“Lo que entregamos no es solo una tarjeta, sino una herramienta de autonomía, dignidad y esperanza”, expresó el Gobernador. Acompañado de la presidenta del DIF Yucatán, Wendy Méndez Naal, reafirmó que cada beneficiario representa una historia de lucha y superación.
Esta pensión no solo representa alivio económico, sino un camino hacia la inclusión permanente, a través de oportunidades laborales, reconocimiento social y acceso igualitario a servicios esenciales.
“A todas las personas con discapacidad les digo que no están solas. Cuentan con un Gobierno que camina con ustedes, que escucha sus necesidades y trabaja todos los días para responder con hechos y resultados”, dijo, luego de agradecer el apoyo de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
¿Por qué la pensión universal es clave para Yucatán?
Más que un ingreso: se combate desigualdad estructural
Durante años, las personas con discapacidad han enfrentado desigualdad económica, exclusión y falta de oportunidades. Esta pensión universal ayuda a cerrar esas brechas históricas.
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Mayor autonomía financiera
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Reducción de la dependencia económica familiar
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Acceso a salud, educación y empleo
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Visibilidad y reconocimiento del derecho a una vida digna
Esta acción convierte a Yucatán en referente nacional de justicia social con impacto medible en miles de hogares.
En su turno, el delegado de Programas para el Bienestar en Yucatán, Rogerio Castro Vázquez, recordó que antes esta pensión solo aplicaba para personas de 0 a 29 años, y el Gobernador, reconociendo la gran necesidad del pueblo y la de hacerla universal, firmó el convenio con el Gobierno de México para hacerla una realidad para todas y todos los que tienen alguna discapacidad.
Testimonios y presencia institucional refuerzan el compromiso
Voces que respaldan esta transformación
Durante el evento en Mérida, se entregaron mil 941 tarjetas a nuevos beneficiarios. Estuvieron presentes representantes de todas las instancias involucradas, como:
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José Yam Aké, beneficiario
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Wilmer Monforte Marfil, del Congreso del Estado
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Estefanía Baeza Martínez, diputada local
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Judith Ortega Canto, SSY
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Shirley Castillo Sánchez, DIF Yucatán
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Dánica Flores Chan, Bienestar Federal
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Juan Tec González, Coordinador Operativo de la Pensión
Todos coincidieron en un mensaje clave: “Las personas con discapacidad no están solas”. Cuentan con un gobierno que escucha y actúa.
¿Cómo impacta una pensión universal en la vida diaria?
El verdadero valor de un ingreso seguro
Un ingreso bimestral de 3,200 pesos, aunque modesto, puede significar:
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Poder pagar transporte o terapias
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Comprar medicamentos o equipos de asistencia
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Apoyar gastos del hogar sin depender completamente de otros
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Acceder a oportunidades educativas o de emprendimiento
Este tipo de intervención directa del Estado tiene efectos multiplicadores en el bienestar de toda la familia, especialmente en zonas rurales o marginadas.
Modelo replicable: Yucatán podría inspirar a otros estados
La experiencia de Yucatán demuestra que la voluntad política, el trabajo coordinado y una inversión estratégica pueden garantizar derechos que antes parecían inalcanzables.
