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Destrucción Ambiental en Yucatán por Gasera: Un Caso Urgente

Destrucción Ambiental en Yucatán por Gasera: Un Caso Urgente

Destrucción Ambiental en Yucatán por Gasera

La Chispa revela el impacto crítico de una destrucción ambiental en Yucatán por gasera operada sin permisos ambientales en Tixpéhual. La construcción no cuenta con el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) ni los permisos del ayuntamiento, y ha sido clausurada temporalmente por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). La gasera, propiedad de Mayagas Peninsular S.A. de C.V., generará un evidente ecocidio en Yucatán y los riesgos que representa para el medio ambiente.

Destrucción Ambiental en Yucatán por Gasera: Las Irregularidades

La “Planta Distribuidora de Gas L.P.” de Mayagas Peninsular ha generado serias preocupaciones ambientales. La falta de un Manifiesto de Impacto Ambiental, necesario para operar legalmente, llevó a ASEA a imponer una clausura. Sin embargo, a pesar de esto, la construcción de gasera en Tixpéhual sigue operando, lo que ha causado una gran indignación en la comunidad y entre activistas ambientales.

Clausuras Temporales y Multas por Destrucción Ambiental

ASEA informó que impuso dos multas a la gasolinera: la primera por impedir el acceso a la inspección de seguridad, y otra por operar sin el MIA. Aunque la empresa pagó la multa y comenzó los trámites de regularización, la clausura sigue vigente en las válvulas principales. Estas sanciones subrayan la gravedad de las violaciones, que han contribuido a una notable destrucción ambiental en Yucatán por la gasera.

“En ejercicio de sus facultades y con la finalidad de privilegiar el principio precautorio aplicable a la materia ambiental, (ASEA) determinó imponer la medida de seguridad consistente en la clausura temporal total de la instalación, lo anterior en virtud de los incumplimientos detectados”, informó.

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El 21 de octubre, ASEA verificó que los sellos de clausura y cintas de seguridad se mantenían intactos en la construcción en Tixpéhual. La entidad señaló que este tipo de instalaciones deben cumplir rigurosamente con las normativas ambientales para proteger la biodiversidad y evitar la contaminación del suelo y agua, ambos en riesgo por el funcionamiento ilegal de esta planta. Sin embargo, la ASEA permitió que la planta distribuidora continúe con ciertas operaciones bajo el principio de buena fe, levantando de forma condicionada algunos sellos.

La operación de esta planta de distribución, ubicada estratégicamente en la carretera Mérida-Tixpéhual, representa un desafío ambiental significativo, especialmente en una región con alta biodiversidad y reservas de agua subterránea. La construcción y operación de una planta de este tipo sin cumplir las normativas ambientales amenaza la fauna, flora y las fuentes hídricas, desencadenando un ecocidio que preocupa a los expertos y habitantes de Yucatán.


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